Ayer pasó de nuevo, el Operativo Trueno llegó al municipio de Manuel Doblado, donde existe la presunción de que el crimen organizado se metió a la cocina en la Policía Municipal y por pérdida de confianza todos los elementos de la corporación fueron dados de baja para entregar el control de la seguridad pública a las fuerzas estatales.
Muy cerca de ahí en el municipio de Abasolo elementos de la Fiscalía General del Estado encontraron una casa de seguridad, donde confiscaron lo habitual, armas de grueso calibre explosivos y algo que llamó la atención, camisolas de la Policía Municipal de Abasolo así como gorras de Seguridad Pública que al menos dan un indicio que algo tiene que ver la policía municipal o los delincuentes se camuflan como efectivos para pasar desapercibidos o ser beneficiarios de la omisión de los elementos de verdad.
Recientemente el mando único se instaló en Juventino Rosas donde también se despidió a todos los policías por pérdida de confianza, recientemente se había detenido a jefes criminales que estaban en tránsito municipal, y había una relación con el homicidio del ex diputado Juan Antonio Acosta.
Muy cerca de ahí, en Comonfort, el jefe de la policía era líder de una célula delictiva, no solo utilizaba la placa para delinquir, también las unidades de la corporación, involucra a elementos y usaba recursos de la misma para extorsionar y hasta cometer homicidios, en este caso el líder y su segundo al mando también policías hoy están presos. Nunca habrá dinero suficiente para cubrir los pagos que la delincuencia está dispuesta a hacer para corromper corporaciones municipales, y tampoco es posible tener policías que cuiden a los policías esto sería un caos. Lo que debe de ser es que el ejercicio de quienes se desempeñan en el ámbito de la seguridad esté normado por valores y conveniencias para las familias que de perderse significarán también una pérdida para sus familias.
Pero por otro lado las autoridades deberán tener un monitoreo permanente de las corporaciones municipales en especial aquellas que se encuentran en los núcleos de acción del crimen organizado. Las historias aquí contadas son apenas la muestra del botón.
Miguel Ángel Puértolas
