Pensar en la transformación de un país a partir de ruedas de prensa es una falacia; el cambio inicia cada día con los funcionarios públicos que aman y se apasionan por su trabajo. Trabajadores de gobierno cuya vocación por el servicio público está presente en forma permanente y constante. Personas quienes están al servicio de los demás, preocupados por atender cada día la problemática del ciudadano.
Como usuario tuve la oportunidad de conocer a María del Pilar Castañeda, funcionaria pública de CONDUSEF, mujer destacada por su trato, atenta en la problemática del usuario, de una calidad humana que funcionarios de otros niveles deberían de aprenderle. Aún y cuando María del Pilar ocupa un cargo de dirección, es una funcionaria cercana a los usuarios, inclusive más atenta que alguno de sus subordinados que desafortunadamente tuve que tratar. El cambio que México necesita nace de su gente, de sus maestros, de sus empleados, de sus obreros, de sus estudiantes. La transformación que promueve el presidente Obrador no puede desarrollarse en Palacio Nacional, ahí nace, pero el presidente sin funcionarios de calidad no tiene mucho que hacer, un barco con capitán, pero sin marineros se hunde en una tormenta.
La vida me puso frente a una mujer digna del México al cual muchos aspiramos, una funcionaria que se debería multiplicar a lo largo y ancho del país, porque si México aspira al cambio, requiere de cada uno de nosotros, por ello, con orgullo puedo decir que María del Pilar es una mujer ejemplo del México que necesitamos, del México de las oportunidades, del México que merecemos y, que se nos ha negado a lo largo de la historia.