Cultura

Patxi, los 80 y “Si yo fuera mujer”

  • Columna de Mauricio Mejía
  • Patxi, los 80 y “Si yo fuera mujer”
  • Mauricio Mejía

México y España restablecieron relaciones diplomáticas en 1977. Dos años antes (20 de noviembre de 1975) había muerto Francisco Franco. Gustavo Díaz Ordaz, presidente mexicano durante el 68, fue nombrado embajador en Madrid. Su estancia española fue fugaz; más política que diplomática. Los jóvenes que crecieron a finales de los 60 y principios de los 70 no imaginaron cuánto iba a impactar aquella reconciliación en su infancia, adolescencia y juventud.

Mientras México —a pesar de Tlatelolco y la Reforma Política de aquella época— se empeñaba en mantenerse como una sociedad cerrada, en términos de Karl Popper, España transitaba a buen paso en la consolidación de su democracia. Felipe González, secretario del Partido Socialista Obrero Español, llegó en 1982 a la presidencia del gobierno. En ese año, la economía mexicana terminó por reventar después de varias décadas de estabilidad. Los españoles se apresuraron a respirar la libertad y a sacar los trapos al sol. Los mexicanos conocieron la palabra crisis y nunca, hasta ahora, dejarían de sentirla en casa propia. Tres años más tarde, el Terremoto (como se le sigue llamando) derrumbó una Ciudad de México gris y estéticamente vieja. Ese día (19S, se le diría hoy) nació la sociedad civil. Hecho crucial para lo que vendría. 

Los libros de texto, aquí, hablaban del Exilio y ofrecían poemas de García Lorca, Machado y Alberti. Aquellos mexicanos habían crecido con Raphael, Massiel y un joven Serrat. Enrique y Ana y Parchis fueron la primera avanzada infantil desde tierras hispanas. Luego, a mediados de los 80, nació un concepto que no termina por irse: el rock en español. W FM sacó al aire un programa nocturno al que llamó Rock Olé. En él se incluían solamente canciones de la tardía “Movida española”. Los Hombres G, Mecano y Ana Belén y Victor Manuel, con “La puerta de Alcalá”, fueron pólvora regada con gasolina. Iberia trajo valijas llenas de grupos y solistas. Fue un estallido.

Entre las letras que cautivaron a los mexicanos hubo una bastante peculiar: “Si yo fuera mujer”, de Patxi Andión, cuya biografía era desconocida. La peculiar canción formaba aparte del lado B del disco El balcón abierto (1986).

Andión, nacido 30 años antes de la reconciliación entre México y España en Madrid (1947, en Madrid), sería en carne propia una historia del despertar democrático de España. Creció en el País Vasco, hijo de un militante republicano en la Guerra Civil, el autor fue militante en el 68 y exiliado a París. Desde comienzos de los 70 (en una España ahogada) comenzó a producir canciones con letras llamativas, que reflejaban el estado de ánimo de una sociedad agotada por la represión y los hombres del traje gris. Pero Patxi era mucho más que un compositor. Fue doctor en sociología y dio clases en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció el oficio de escritor de relatos y ensayos y trabajo como compositor y actor en más de una docena de películas. Era mucho personaje para un público mexicano aturdido con tanta música española y argentina. Hoy, a los 72 años, Patxi Andión falleció en un accidente automovilístico en Soria. Los mexicanos, en Twitter, siguen reconociéndolo por “Si yo fuera mujer”... Su impacto es distinto: el feminicidio se ha convertido en una aborrecible costumbre en México y en España.

Ha sucedido mucha historia entre aquellos 80 y el rumor del presente. Los españoles han estropeado su democracia y los mexicanos han regresado a una época parecida a los años 70 con gobierno al que el mundo le parece poco y la aldea mucho.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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