Todavía recordamos las palabras que dijera hace unos días el Mando Único en La Laguna, General Jesús Arévalo Espinoza, que en la región todo se encontraba bien, cuando la realidad es muy diferente. Se siguen presentando crímenes violentos, como los de tres personas que fueron privadas de la vida y dejadas en una de las calles de la colonia Eugenio Aguirre Benavides.
También los robos de vehículos no paran, al grado que hasta un tráiler de los conocidos como “madrinas” o “nodrizas” que transportaba cuatro vehículos, fue robado a las afueras de una agencia de autos.
También se siguen robando vehículos en forma violenta, los robos a casas continúan, lo mismo que los asaltos a negocios, pese a que las autoridades siguen dando cifras maquilladas.
Este jueves, un hombre de 74 años de edad fue asaltado en la colonia San Joaquín por solitario sujeto, a quien sin importarle que fuera una persona de la tercera edad, le disparó en cuatro ocasiones en el rostro para privarlo de la vida.
Durante la madrugada del viernes, un motociclista que se resistió a ser asaltado sobre la avenida Durangueña, fue atacado a balazos por los delincuentes, quienes tras lesionarlo, se apoderaron de sus pertenencias.
Esa es sólo una parte de lo que se vive en Torreón en materia de seguridad, mientras que las autoridades realizan reuniones, organizan operativos y dan a conocer estadísticas, los delincuentes siguen haciendo de las suyas. No cabe duda que el alcalde Jorge Zermeño tiene razón al decir que gran parte del presupuesto, se invertirá en seguridad, ya que de lo contrario, se corre el riesgo de que la violencia aumente y vuelvan aquellos años de incertidumbre, de temor y toques de queda simulados.
En fin, para el Mando Único todo está bien, pero para los laguneros la violencia va en aumento, por lo que todo parece indicar que no existe la tan cacaraqueada coordinación entre las policías del área metropolitana, como las estatales y federales. Ojalá que las autoridades ya tomen las cosas en serio.
