Pongo 3 ladrillos sobre los cuales descansa este análisis: (1) Joe Biden gana, sobre todo, por las fuerzas adversas generadas por Trump; que fueron superiores a la grisura del candidato demócrata. (2) Trump tiene una base electoral sólida -71 millones 430 mil electores- que le permitiría controlar el Partido Republicano y postular un candidato propio o a él mismo en 2024. (3) Joe Biden gobernará un país polarizado con una cámara baja -representantes- demócrata y una cámara alta -Senadores- todavía en veremos.
Sí Biden no obtiene el Senado -le sucederá lo que a Obama en su segundo período cuando también perdió la cámara de representantes: Biden gobernaría con las manos amarradas sin aprobar presupuestos o leyes; investigar a funcionarios; evitar una revocación de mandato o nominar funcionarios de puestos altos -como Magistrados- y medios.
¿Qué esperar para México? Como lo subraya Riva Palacio; la relación entre AMLO quien no reconoció de inmediato el triunfo de Biden y apoyó la candidatura de Trump será inexistente; pero la relación bilateral se mantendrá sin flexibilidad alguna en 3 temas: economía, seguridad pública y seguridad nacional.
En materia económica, Biden llevará la aplicación del TMEC hasta sus últimas consecuencias en 5 rubros: homologar salarios en el sector automotriz; respetar derechos laborales y sindicales de los trabajadores; usar energías limpias; limitar emisión de gases efecto invernadero y proteger la inversión extranjera.
En el ámbito de seguridad pública buscará formalizar acuerdos para diseñar y aplicar con las autoridades mexicanas una política integral de combate al narcotráfico y crimen organizado -con particular énfasis en fortalecer los derechos humanos y el Estado de derecho.
Finalmente, en el área de seguridad nacional, Biden redefinirá la política migratoria y anti terrorista para dignificar la relación geoestratégica con México.
Llega Biden acotado en su poder; pero aún así, será un contrapeso importante a un gobierno como el de AMLO: ocurrente, desbocado y sin rumbo.
