147 muertos y falta armonía.
Es increíble que en diez años no habíamos tenido esa cantidad de muertos por violencia en nuestra bellísima ciudad de Monterrey. Mientras eso sucede y no unimos todas las fuerzas para combatirla, estamos discutiendo, entre las instancias de gobierno, temas que son mucho menos importantes; eso habla de nuestra inmadurez.
El concepto de Estado nació con Maquiavelo, que definió la República; y luego, en la época de la Iluminación, por llamarla muy elegantemente, Rousseau, Montesquieu y previamente Tolstói, así como Tomás Moro, señalaron que la principal función del Estado es mantener la paz en armonía, y al no lograr esto, no solo no justifica el gasto, sino el concepto profundo y filosófico del arte-ciencia de gobernar.
De ahí que debemos preocuparnos por la armonía interna entre los poderes políticos de una democracia que conduce a un Estado moderno, que como diría Tolstói, si no produce la paz, deberíamos practicar la anarquía y hacer a un lado los onerosos gastos (impuestos) que los ciudadanos aportan para tener un gobierno integral, que bajo el concepto de Estado se preocupe por nosotros, fundamentalmente evitando la violencia en todas sus formas, más aún aquella que conduce a la muerte de jóvenes y de mujeres.
Y señalo esto porque estamos generando conflictos innecesarios dentro de nuestros representantes, en lugar de tratar de tener armonía, búsqueda de los puntos de contacto y no los que nos separan, y preocuparnos por conservar nuestro estado en paz y que la gente no tenga miedo de salir a la calle, pues la tranquilidad supera al concepto del poder por el poder mismo.
Yo creo que muchos están de acuerdo conmigo en que es momento de utilizar el presupuesto, así como la unidad, la armonía y el diálogo, para darle al estado tranquilidad y estabilidad como alto valor, al margen de otros temas que pueden ser resueltos, no solo con la dialéctica de la contradicción, sino con la unidad. Este tema es más importante que el agua, que el transporte urbano, o quiénes son de un partido o de otro. Si no resolvemos eso, nos preguntaremos para qué hacemos tanto ruido político, si no protegemos a nuestras familias.
Descartes: Pienso, luego existo… Conservar la paz es el más alto valor axiológico del Estado moderno.
Luis Eugenio Todd