Cultura

Los otros días de Díaz

  • Paisajes abreviados
  • Los otros días de Díaz
  • José Luis Vivar

La figura del presidente y general Porfirio Díaz Mori (1830-1915), ha sido vista por historiadores, dramaturgos, novelistas y artistas plásticos. Asimismo, en la Historia del Cine Mexicano tiene un lugar privilegiado, porque en 1896 a la llegada a nuestro país de los representantes de los hermanos Lumiére —Gabriel Veyre y Claude Ferdinand Von Bernard—, se convirtió en el personaje de la primera película: montado en su caballo paseando por el Bosque de Chapultepec, con duración de apenas un minuto.

Pero ante todo existe un lado oscuro de Porfirio Díaz como ejemplo de tiranía, crueldad y abuso de poder. Sus más de treinta años ejerciendo como presidente son el legado que dejó para la Historia Oficial. Con esto pasaron al olvido el Progreso, la Paz y el Orden, así como su fama de estratega militar en las batallas del Sitio de Puebla, la Carbonera y de Miahuatlán. El héroe se convirtió en un villano.

En México suele llamársele Porfirio Díaz a todo político que busca reelegirse, o mantenerse en el poder saltando de un puesto oficial a otro. La reelección con intenciones de perpetuidad es un estigma que permanece vigente, y cualquier indicio es una señal de alerta.

Debido a eso llama la atención que aparezca otra novela sobre este militar y político oaxaqueño. Con el sencillo título de “Díaz: la Otra Historia” (Editorial Océano), José Luis Trueba nos ofrece una interesante, divertida y cruda biografía, con detalles que han sido pasados por alto de manera consciente, o por considerarlas poco relevantes para quienes lo han estudiado.

En la capital parisina en 1915, a manera de diario y narrado en primera persona, un viejo general recuerda sus días como el hombre que tuvo virtudes y cometió muchos errores. Arranca desde su infancia en Oaxaca, con las penurias de Petrona, su madre viuda y sus hermanos. La pobreza y la miseria como telón de fondo, pero la dignidad de ella y sus esfuerzos por salir adelante.

Conmueve el adolescente que entra al seminario convencido que el camino al sacerdocio es su destino. Crucial momento que pudo cambiar la Historia de este país, pero como el hubiera no existe, se dio cuenta que esa no era su vocación y eligió las armas.

Pero antes, sorprende ver a Díaz enseñando latín, o después impartiendo clases de Derecho Constitucional. En pocas palabras es otro personaje que vamos conociendo tanto en el pasado como en el presente con sus achaques, su desconcierto por lo que se vive en Europa, y la muerte que empieza a llamarlo.

Como en “Juárez”, otra de sus obras, Trueba explora con amena maestría la vida del general que prefirió renunciar y partir al exilio para que México no sangrara con la Revolución Maderista. Se equivocó, y debió lamentarlo, aunque oficialmente nunca volvió a hablar del tema.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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