Cauteloso, el cartujo se acerca a las páginas de El rey del cash. El saqueo oculto del presidente y su equipo cercano (Grijalbo, 2022), de Elena Chávez, ex pareja de César Yáñez, incondicional de López Obrador cuando éste gobernaba el entonces DF y luego cuando decidió construir un movimiento político para “transformar” la vida pública de México.
El libro es un testimonio; no es una investigación con documentos probatorios de todos y cada uno de los señalamientos de la autora, como reclaman algunos comentaristas, aunque se mencionan hechos concretos y personajes controvertidos como Alejandro Esquer, imborrable protagonista de la denominada “Operación carrusel”, registrada en videos donde se le observa con su séquito realizando reiterados depósitos (por cincuenta mil pesos, se sabría después) en distintas sucursales bancarias, presuntamente en beneficio de los damnificados por el sismo de 2017, aunque en realidad destinados a subvencionar a Morena.
“Lo dicho en estas páginas es mi verdad, es mi historia”, escribe Chávez, quien plantea: ¿de dónde obtuvo AMLO los recursos para mantenerse, mantener a su familia y a su equipo durante los largos años de su campaña en busca de la presidencia de la República? ¿Dónde están los comprobantes de ese dinero? El efectivo, lo saben todos, tiene un privilegio: no deja huella. Además, la periodista advierte: “Nunca, jamás, nadie va a encontrar un video o un recibo firmado por él”, para eso utiliza a otras personas y cruza el pantano —como las aves de poema de Díaz Mirón— sin mancharse el plumaje.
El rey del cash no descubre pero refuerza versiones como aquella de los moches a los trabajadores de confianza del gobierno de la Ciudad de México para sostener al eterno candidato presidencial, para los cuales existía una nómina alterna con sus “contribuciones”. Chávez señala el expolio a las finanzas capitalinas por parte de Marcelo Ebrard en beneficio de las ambiciones de quien había sido su jefe y expresa: “López Obrador no necesitaba llevar dinero en su cartera, solo pedía y todo se le daba”. Quién fuera él, piensa el envidioso monje.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
José Luis Martínez S.