Hay nuevos datos duros en las estadísticas electorales estadunidenses que indican un aumento en las posibilidades de Donald Trump para alcanzar la Casa Blanca.
Los quebrantos en la salud de Hillary y los sospechosos actos terroristas de Nueva York, Jersey y Minnesota le han dado impulso al demagogo. Es en este dramático escenario donde se desarrollará el debate televisivo del 26 de septiembre. Estratégico para definir al ganador.
En otro escenario, también es un hecho que la clase política mexicana no ha presentado ningún plan para preparar al país ante la eventualidad de que Trump gane (salvo el grave error de prestarle Los Pinos al peligroso racista para su lucimiento).
Por eso urge que la inteligencia mexicana reflexione, a fin de preparar al país ante el mayor riesgo para nuestra estabilidad en la historia reciente.
Las amenazas están ahí, explícitas, coreadas todos los días por Trump y sus seguidores:
Construcción de un muro que pagaremos a través de impuestos a las remesas. Deportación de millones de paisanos. Cancelación del TLC, y ser etiquetados, todos, como asesinos y violadores, culpables de las desgracias de los Homer Simpson.
Por tanto, ante el inmovilismo de la partidocracia que tiene secuestrado al Congreso de la Unión y los yerros del Poder Ejecutivo, parece urgente que las comunidades académicas de la UNAM, la Ibero, el Tec y el CIDE convoquen a un foro de reflexión y propuesta en que se aborten medidas de protección y defensa de los intereses nacionales. Sería deseable que las excelentes revistas culturales que posee el país también se sumen al debate.
México tiene margen para reaccionar y pelear ante Trump. Somos un país de más de 110 millones de habitantes, la mayoría jóvenes, ubicado estratégicamente en la geografía y la economía global.
¿Y por qué no? viendo el lado positivo del asunto, el eventual triunfo de Trump puede darnos, por fin, la oportunidad para sacudirnos la indiferencia y la cobardía ante los abusos, y obligarnos a reaccionar, unidos, en acciones valientes, inteligentes y patrióticas.
Solo faltan 47 días. No hay tiempo que perder.
