Ocasionalmente aparece en los conflictos la táctica del 'policía bueno' y el 'policía malo'. Consiste, como se sabe, en simular dos caminos distintos para resolver las mismas diferencias.
Así, mientras el policía bueno propone amablemente resolver los temas mediante el diálogo, el policía malo, siempre enojado, amenaza con endurecer la confrontación. El objetivo de este engaño es obvio: desconcertar al adversario para dividirlo y derrotarlo.
Y es este escenario en el que ahora se mueven los protagonistas del conflicto magisterial. Por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Rubén Núñez y los otros dirigentes que dan la cara, siempre manifiestan que sus propósitos son estrictamente gremiales y que se pueden resolver mediante el diálogo. Pero al mismo tiempo en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán grupos de encapuchados bloquean, acosan, vandalizan y queman. Y uno se pregunta, ¿cuál es el verdadero rostro de la CNTE? ¿Los dialogantes o los acelerados?
Por el lado del gobierno, también se da el mismo fenómeno: mientras en Gobernación se abren rendijas al diálogo público, en Educación se afirma que "no hay condiciones para practicarlo". Y uno se pregunta ¿cuál es la verdadera posición del gobierno, la del diálogo o la de la confrontación?
Al mismo tiempo, todos los días hay hechos contradictorios: que si ya devolvieron las unidades de transporte secuestradas en Michoacán. Que si la evaluación va a ser voluntaria. Que si ya hay una iniciativa de ley para impedir despidos arbitrarios. Que si los padres abrirán las escuelas en paro. Que si el comisionado Galindo renunció para facilitar el diálogo...
Lo cierto es que más pronto que tarde habrá un desenlace. La calma chicha no puede durar. Lo razonable es que ambas partes cedan y acepten una hoja de ruta para salir del atolladero.
Está claro que más Ayotzinapas, Nochixtlanes o Tanhuatos ya no son posibles. Ni tampoco más bloqueos de vías, autopistas y centros comerciales.
El público quiere una solución y exige a los contendientes menos teatro y más política seria.
