Me meto a mi querido boxeo por obviedad. Cuando Manny Pacquiao subió a peso súperwelter y destrozó a Antonio Margarito, de inmediato se regresó a su peso natural y jamás volvió a intentar categorías superiores, reconoció que le costó mucho trabajo.
Al Canelo Álvarez no le fue tan bien, peleó 4 rounds demostrando que podía competir, incluso dominó con cierta claridad, pero forzar su peso a las 175 libras no le dio el aire, la fuerza ni la velocidad que lo han distinguido, esto dicho sin menospreciar en lo más mínimo al gran campeón aún invicto Dmitry Bivol, que tuvo mucho respeto para Álvarez al comienzo, pero en cuanto se dio cuenta que Canelo se quedaba estático lo tundió como nadie antes, aunque sin el punch suficiente para tirarlo.
Los haters se regodean y quieren minimizar al mexicano porque no saben de boxeo, la valentía del Canelo (y el error) fue atreverse a retar a un campeón invicto en su primera incursión en este peso tan estricto; ahora se habla de revancha y Álvarez tendrá que decidir si “necea” en esta división o se regresa a la comodidad de los medianos, donde prácticamente no tiene rivales.
Lo dijo claramente el tapatío en la conferencia de prensa después de la pelea: “Quiero más retos y salir del cinturón de confort”. Aun cuando este atrevimiento le haya costado una derrota, esta experiencia es una universidad de aprendizaje para él y todo su equipo, habían sido los maestros en escoger peleas y salir avante; Bivol fue un error desde los promotores.
La pelea fue tan real que los haters tendrán que reconocer que, aunque desde el quinto round Canelo sabía que tenía que noquear porque no le daría el aire, jamás dejó de intentarlo y avanzo aun a costa de recibir más golpes que nunca; arriesgó de tal forma que no lo noquearon de milagro. El ruso tuvo una condición física muy suprema y, aunque sin punch, tuvo toda una avenida para sumar puntos, pero Álvarez jamás se “achicopaló” y eso merece reconocimiento.
Habrá mucha historia por escribirse, de alguna manera creo que esta derrota motivará más al Canelo y lo hará regresar como nunca. Que así sea, por él y por México.
Y de ahí… a lo que sigue.
Herberto de la Rosa
Twitter: @herbertodlarosa