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Mal de muchos, consuelo de...

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  • Guadalupe Romero

Pegados, dibujando en el piso líneas pequeñas, rectas y circulares, pero sobre todo atrayendo las miradas de los paseantes que ven abrir la falda de las delgadas mujeres que son mecidas al ritmo del tango, y que una y otra vez dejan ver las largas piernas de ellas y los arrogantes rostros de ellos, hasta que la pieza termina y recogen los dólares y pesos que piden a los mirones. Y entonces bajan al piso del resto.


Si, el resto, los de a pie que caminan mirando en los aparadores y vitrinas de tiendas las etiquetas de alimentos, bebidas, ropa y accesorios, hasta tropezar con un mal pegado papel que llama al paro o a la marcha para demandar que la escalada de precios los ahoga y que no solo urgen de un aumento a los salarios de 24%, sino la posibilidad de pagar los servicios a plazos.

Este es el día cotidiano en los últimos años en cualquier ciudad de Argentina, donde la inflación, pese a las promesas del presidente Mauricio Macri de reducirla a 15%, alcanza niveles por arriba del 20%, y aunque se ha logrado un alza a los mínimos que rondan los 10 mil pesos argentinos mensuales (poco más de 200 dólares), ésta será en partes; 7% ya la realizaron, 4% se aplicará en junio, y otro 4% en octubre próximos, la situación parece crítica.

También solicitaron apoyo para pagar a plazos los servicios básicos, pero la ciudadanía está muy descontenta porque la propuesta fue aceptada, no sin antes advertir que si se opta por esa opción pagarán intereses.

La histórica y emblemática plaza Primero de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, está en remodelación y los inconformes han tenido que apostarse en otras áreas representativas para manifestarse. Además de convocar a paros bancarios y de transportes, así como a la negativa de pagar servicios. En tanto el gobierno de Macri se ocupa de comunicar que la situación está controlada, es más, que es necesaria; que se está trabajando e invirtiendo en mejoras para el país, en infraestructura principalmente (se construyen 17 aeropuertos, se anunció una inversión público-privada de 1.9 mil millones de dólares para los próximos años para la industria turística) y se mantiene un gasto público de 45%, gran detalle que también tiene muy descontentos a los ches.

Les pongo el anterior poema porque un empresario de ese país me planteó de una manera tan tajante que casi me convence: “ustedes, los mexicanos están muy bien, de que se pueden quejar, viven bien y no se quejan por nada”.

Viendo así las cosas pareciera que sí, pues aunque los salarios mínimos en México lejos están de lograr aumentos de 15%, jamás más allá de 4%, la inflación se mantiene en niveles objetivo de poco más de 3%. Y sí, tampoco hay paros y manifestaciones desbordantes por cuestiones económicas, nunca un paro de labores bancario porque los empleados exigen mayores salarios, o suspensiones escalonadas de líneas del metro y colectivos, no, eso en nuestro país no se ve.

Y entonces por qué hoy la discusión es sobre la construcción de un nuevo aeropuerto internacional que urge y atraerá más visitantes; por qué no se están construyendo no solo uno, más terminales aéreas que permitan la llegada de todo tipo de aeronaves, y por qué nuestro poder adquisitivo se ve mermado cada día. ¿Qué estamos haciendo mal? si lo tenemos todo, nos dicen, y avanzamos como cangrejos. Demasiada distracción.

@lupitaromero

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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