Pensaríamos que el partido en el poder aprendió rápidamente de estrategias mediáticas, de hecho, hoy por hoy son su especialidad. Pero en realidad no es Morena, sino sus principales integrantes, que como es bien conocido son pupilos -y muy destacados- del viejo priismo que dominó las arenas políticas durante más de 70 años.
La más reciente encrucijada es contra el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno; audios revelados por la gobernadora de Campeche Layda Sansores y denuncias que derivaron en cateos continuos. No, no se trata de cuestionar ni defender lo indefendible, sabemos que todos los políticos tienen un pasado o presente oscuro, digamos que aquello de la transparencia no es su mejor cualidad.
Se trata de analizar cómo es que todo el aparato del Estado ahora está operando contra Alito, tras revelarse la denuncia de la FGR, y desde luego contra el PRI con la investigación que se tiene también contra el ex presidente Enrique Peña Nieto.
¿Qué pasó con los rumores del PRIMOR? ¿En dónde quedó esa supuesta relación partidista? Digamos que existió ý podría seguir existiendo a conveniencia, porque eso son los partidos, entes que funcionan con base en sus intereses.
El hate, como dicen los chavos, comenzó con el rechazo a la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la oposición de la alianza Va por México impulsada por el PRI. Ese episodio hizo enfurecer el inquilino de Palacio y desde ese entonces comenzó la ola de ataques específicos contra estos personajes de la política. Cómo explicarnos que durante 4 años el presidente López Obrador no manifestó públicamente una sola frase negativa contra Peña Nieto, cómo explicar que ha manifestado incluso su respeto, contrario a lo hecho con Calderón, por ejemplo.
También podríamos mencionar los ataques contra el fiscal Alejandro Gertz Manero, quien ha sido exhibido por audios filtrados a los medios de comunicación sobre el caso Lozoya, tras el arraigo domiciliario (no domiciliario) del ex director de Pemex, otro de los enojos causados indudablemente al mandatario, pues se puso duda a la opinión pública la imparcialidad de la FGR.
Y sume también la reapertura del caso Luis Donaldo Colosio, 28 años después, una de las ocurrencias del gobierno para seguir distrayendo la atención.
Morena sabe ya manejar muy bien los tiempos electorales, les ha salido el priismo que llevan dentro, pues recordemos que el PRI aplicaba estas y muchas más estrategias de las que hoy se queja, para su desfortuna hoy están en la lona y toca aguantar los embates mediáticos. El PRI hizo esto mismo contra el PAN en su momento, contra el PRD y recientemente contra Morena.
Todo esto se da justo cuando Morena anuncia su convocatoria para elegir a quien será el candidato a la gubernatura en el Estado de México, porque Morena sabe que Peña Nieto es el referente político más importante en la entidad, porque saben que si atacan mediáticamente al político mexiquense influirán en las decisiones de la gente. Todas estas líneas tendrán razón de ser con el tiempo, pues le adelanto que no pasará nada contra Peña Nieto; contra Alito, quizá.
Germán Zepeda