Me pregunto ¿qué pasaría si hubiera una lista Forbes de los más pobres de México, cuántos espacios llenarían 10.8 millones (Coneval) y si sería posible saber sus nombres y qué los define? Entonces tendríamos que hacer una lista que compare sus vidas, en relación con las de 3 mil 970 personas que cada uno poseen 650 millones de pesos, más aún con los 16 mexicanos que tienen una fortuna de 20 mil millones de pesos, (Forbes) que en conclusión arrojaría situaciones muy diferentes, algunas conformadas por el deslumbramiento del materialismo y otras por el sufrimiento de poder sobrevivir.
Es decir, en nuestra nación la desigualdad entre ricos y pobres cada vez es más marcada y pareciera que también es irreconciliable el entendimiento de ambas partes, más bien conformados por resentimientos, prejuicios y pocas o nulas acciones para bien de los necesitados. Las cifras tan contundentes mencionan que el 10 por ciento de la población con mayor riqueza se queda con 57.4 por ciento de los ingresos (los de la lista verdadera de Forbes) y el 50 por ciento de la población total, que tiene menores ingresos, tiene el 9.2 por ciento, según informe de World Inequality Report 2022.
Igualmente, por esta investigación se señalan los contrastes en el ingreso anual promedio de un adulto mexicano, que es de 232 mil 790 pesos, pero que para los que conforman la pobreza moderada, como es la mitad de los habitantes, es de 42 mil 700 pesos y para el 10 por ciento más rico gana un millón 335 mil 30 pesos. Que son números traducidos en moderación, carencias y bastedad en el consumo y necesidades básicas de las familias mexicanas.
Mientras que, en el mundo por la pandemia, creció la miseria en países subdesarrollados y pobres, la riqueza acumulada por los multimillonarios subió a consecuencia de los efectos financieros de la crisis sanitaria del covid-19, (Notivox NEGOCIOS) que, aunque el millonario número uno de nuestro país, Carlos Slim, tuvo declive, sigue apareciendo en el lugar 16 de los más acaudalados a escala global.
Y si usted revisa con cuidado la lista de los primeros lugares entre los más ricos de México y del planeta, se dará cuenta que los que figuran son nombres masculinos, pero que no muy por debajo aparecen mujeres, como es el caso para nuestro país de María Asunción Aranburuzavala, heredera del grupo Modelo y a nivel global, Francoise Bettercourt, hija del fundador de la empresa L’Oreal.
Cabe volver a preguntarnos, ¿Dónde aparecerá la lista de los pobres, habrá quien se interese por ellos, a alguien se le ocurrirá hacer una revista social para mencionar sus viajes, sus familias, sus hábitos de consumo, sus entretenimientos, en suma ser parte de los chismes de sociedad?
Pareciera que en este país, para muchos, los pobres no deberían existir, porque mientras algunos los ven como una carga imposible de resolver, para otros como una urgente necesidad de hacer justicia. Aunque existen desde el siglo pasado ya que no experimentamos una fuerte reducción de la desigualdad ni en el presente (misma estudio citado). Gobiernos y sociedad necesitamos actuar para reducir la desigualdad. Tan pronto como actuar en bien de los más desvalidos que tenemos cerca.
Gemma Medina