Días antes del tercer informe de gobierno del presidente AMLO su aprobación continuó por niveles positivos ya que 61 por ciento y 73 por ciento de mexicanos están de acuerdo con su gestión, según Oráculos y Parametría, respectivamente. Esto para algunos es inconcebible para un mal gobierno, pero para otros es como anticipación a la celebración de los logros que dio a conocer el primero de septiembre.
Ante esto que reflejan los mexicanos del régimen actual, podemos cuestionar si será posible que el resto de la mitad del sexenio se sigan dando los apoyos y si después del informe también, porque se dieron datos tan importantes y valorativos como los récords históricos que se han obtenido en remesas, inversión extranjera, en incremento al salario mínimo, en no devaluación del peso, no incremento a la deuda, en aumento en el índice de la Bolsa de Valores, en reservas del Banco de México. Que desde luego cuestionados por la oposición y medios no afines al gobierno.
En que se mencionan acciones relevantes que poco puede negar sus detractores, a favor de los trabajadores como el incremento de 44 por ciento al salario mínimo, así como la austeridad republicana, política fiscal eficiente y la no condonación de impuestos que le ha dado recursos a su gobierno, a pesar de las restricciones económicas que se han tenido por la pandemia.
Donde el mandatario manifestó su estilo irónico y triunfalista como decir que está en paz con su conciencia y satisfecho con lo que se ha hecho en mil cinco días de gestión, en el que ha podido frenar al régimen anterior y será muy difícil revertir lo logrado. Además dio una receta para los tecnócratas como “tengan para que aprendan”.
En el que también manifestó aspectos sentimentales y anticipados al 2024, como “cuando esté entregando la banda presidencial, solo diré a los cuatro vientos: misión cumplida, me voy a Palenque, les dejo mi corazón”. Así como aspectos de situaciones inmediatas, como que confía que la consulta de revocación de mandato la población le ratifique su mandato (para fines de marzo).
Es así que, haciendo énfasis en lo logrado, manifestando más la responsabilidad actual en estos últimos años que advirtió es mucho lo realizado y sería muy difícil dar marcha atrás a decisiones que se han tomado en bien del pueblo y la nación.
Lo cierto es que López Obrador con su discurso del informe ha querido pasar a la historia (ver su libro: A mitad del camino) tomando en cuenta su principal objetivo que es lograr la retórica del estado y la justicia social, la extracción de los bienes de la nación como son los energéticos para el consumo nacional y para que los precios no se incrementen. Que con esta visión se puede estar de acuerdo o no.
Aunque este informe fue positivo y dio información de logros importantes, le faltó decir lo que no se ha podido concretar como el combate a la inseguridad, a la impunidad, y un fiscal lento de pocos resultados.
Para nosotros los mexicanos los avances del gobierno actual podrán importarnos poco o mucho en la medida que tengamos cambios en nuestra vida, a sabiendas que el bien de una nación es el bien para todos, el gobierno puede actuar, pero los ciudadanos también somos el alma para que se logre.
Gemma Medina