El gobierno federal presume a diario muchas cosas, entre otras la “reforma educativa” que ahora está de moda pues su principal promotor es uno de los tapados del presidente Peña para la presidencia de la república. El joven ministro Nuño nos dice que a través de esta disyuntiva México será, pronto, la nueva Corea del Sur (???).
Tal vez sí, aunque dudo que sea pronto.
Corea del Sur se tardó unos 25 años en su cometido e hizo la tarea de educar a su pueblo al mismo tiempo que instrumentó políticas públicas para promover el desarrollo de las personas y sus negocios, con incentivos claros y sencillos para premiar trabajo, productividad, inversión y creación de empleos, al mismo tiempo que castigaba la ausencia en el trabajo, la mediocridad, el engaño y por sobre todo, castigaba la corrupción, atacando de raíz la impunidad. Eso, desgraciadamente no lo hemos hecho y ni siquiera se ve para cuándo empezar, a pesar de que somos el cuarto lugar mundial en el ranking de impunidad, con solo 4 jueces por cada cien mil habitantes, cuando el promedio mundial es de 16 y los países con un alto grado de aplicación del estado de derecho cuentan con 25 jueces por cada cien mil. Por ello y por muchas otras fallas y lacras nacionales no es de extrañar los niveles de pobreza que tenemos, cuyos logros en su combate son magros o insignificantes.
Así es que, como en la escuela, HAY QUE HACER LA TAREA TODOS LOS DÍAS.Thomas Jefferson escribió hace 200 años, recomendando a sus ciudadanos como hacerle para progresar, que “si quieres algo que nunca has tenido, tienes que hacer algo que nunca has hecho. Y justamente ese es nuestro caso, pues aún en el siglo XXI seguimos en falta y le quedamos de deber al pueblo negándole el acceso a las condiciones para su desarrollo, con piso parejo para todos.
Desde mi punto de vista la apuesta que tenemos que hacer para combatir la pobreza no es poner más dinero a los programas asistenciales de la Sedesol, sino proveer de todo tipo de recursos al desarrollo real de las personas, mediante incentivos claros, sencillos e inteligentes, para que su iniciativa haga crecer al país.
Cosa que nunca hemos hecho.
