Qué le pasará a México en las próximas semanas si los semáforos de apertura abren en la parte festiva más fuerte del año?
Somos pachangueros, muchas tradiciones y riqueza cultural, y esto incluye mucha comida, y con la riquísima gastronomía mexicana, mejor que ninguna (se tenía que decir y se dijo) eso es un acento para reunir gente. Este fin de semana próximo, vienen los días de muertos, el Xantolo, que en México, sobre todo en la Huasteca, son tan torales como el Thanksgiving Day en Estados Unidos.
Baile, máscaras, acercamiento con los que se adelantaron, zacahuil, tamales, chelita y tequila, sones. Fiesta entre vivos y muertos
Luego sigue el patriótico 20 de noviembre, en donde la garnacha y el tequila para muchos son más prioritarios que el desfile y la efeméride.
Y pues el Guadalupe-Reyes, el más tangible ejemplo de que al mexicano le gusta la fiesta.
¿Recuerdan lo que pasó 15 días después del Día del Niño? ¿Percibió el efecto dos semanas después del Día de las Madres?
Por ejemplo, acá en Tamaulipas, el “dramómetro” se encendió con la reapertura de Playa Miramar, la primera en cerrar todo el país y la última en abrir, y eso contra la voluntad del alcalde de Madero.
Hay que decir que la gente se comportó muy bien y la autoridad en contener.
Lo mismo en el autocine de Tampico, aunque se fue la luz y no había baños. Qué te digo, amigo, sí se puede.
Pero la pachanga es otra cosa. Chihuahua regresó al toque de queda y ley seca, porque las noches son peligrosas porque, como ya dije, traemos la musiquita por dentro y nos vale madre y chingones y todo eso.
Los gobiernos tienen que ir más allá o celebraremos el próximo año el Día de Muertos allá, del otro lado del portal del altar, como dijera mi querido Ozzy Osbourne, el Príncipe de la p$%a Oscuridad, “tallados en piedra”.
Aclaro, a los ciudadanos nos toca la cordura (que neta no está, oiga) pero ojalá nos recatemos en la “festejación”; pero si los gobiernos quieren equilibrar la balanza, tienen que atacar sitios y situaciones tan comunes e ignoradas como el transporte público.
O la calaca vendrá riendo,
vestida de chica covid,
riendo que estamos pendejos,
buscando pase vip.
Porque ni muertos dejamos la fiesta,
no lo podemos evitar,
con tamales, tequilita y canción,
vamos con gusto al panteón.