Con estas palabras podía interpretarse el significado de la promoción que en otro tiempo hiciera la Secretaría de Hacienda con la finalidad de que el contribuyente pagara oportunamente sus impuestos. En una escena entre cómica y cursi, un viudo le declaraba finalmente ante una tumba,el amor que le tuvo a su difunta esposa, después de años de silencio.
Lo anterior viene a colación en el caso de la declaración, que considero tardía, de 35 psiquiatras estadounidenses, que haciendo eco de la preocupación de periodistas y congresistas de la unión americana sobre los problemas mentales de Donald Trump, han emitido. Declaración que hubiese sido muy útil durante la campaña del ahora presidente del país vecino, con el propósito de alertar a la población sobre la incapacidad de Trump “de servir con seguridad como presidente”, según lo afirmaron los citados psiquiatras en una carta enviada recientemente al periódico New York Times.
La crisis de gobernabilidad a la que ha expuesto Donald Trump al ejecutivo de los Estados Unidos de Norteamérica, es equiparable a lo peor de las llamadas “Repúblicas bananeras” latinoamericanas, entre ellas las de Anastacio Somoza en Nicaragua o Leónidas Trujillo en República Dominicana.
Las cifras lanzadas por Trump sobre la situación de su país en algunos rubros, lo pueden ubicar pinochescamente como un gran mentiroso. Esta mitomanía es la distorsión que hace de “la realidad para adaptarla a su estado psicológico”, como lo señala la carta de los psiquiatras enviada a uno de los más importantes periódicos estadounidenses.En otra parte del texto de la carta, se añade que “La necesidad constante (de Trump) de machacar a la oposición” es probable que vaya en aumento conforme pasa el tiempo, “ya que su mito personal de grandeza”, parece que confirma un deterioro mental progresivo, incrementado por las circunstancias que le rodean.
