López Obrador saludó a la mamá de El Chapo. Sumó kilómetros de viajero frecuente a Badiraguato. Lamentó el encarcelamiento de Joaquín Guzmán en Estados Unidos y las condiciones de su reclusión. Reveló que no le gusta que le digan Chapo al señor de la organización criminal más poderosa. En octubre de 2019 justificó la liberación de Ovidio Guzmán (capturado después a petición de EU). Propuso dejar de llamarle Triángulo Dorado a la famosa zona del cártel. Integró en su equipo al hoy embajador Quirino Ordaz… En fin, que más que guiños, parecen inflamaciones oculares, tutupiches.
Andrés Manuel tiene dominado el discurso para ver la paja en el ojo ajeno y navegar en aguas negras. Sin embargo, su mirada hacia Sinaloa lo distrajo de Guerrero. Pensó que la reunión de la alcaldesa morenista de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, con Celso Ortega, miembro del grupo delictivo Los Ardillos, sería una anécdota más en el olvido.
Ahora Celso, molesto con Norma Otilia por no cumplir acuerdos, según sus propios dichos, señala a AMLO de recibir dinero de Los Zetas en 2006 (comentario que se suma a las grabaciones de Nicolás Mollinedo que tiene la DEA sobre un presunto financiamiento del narco).
El asunto no paró ahí. El fin de semana la Fiscalía General de la República hizo un llamado para que Celso Ortega sea localizado y compruebe las graves acusaciones que realizó en contra del Presidente.
¿Gertz Manero quiere ayudar a Andrés Manuel con el típico carpetazo? ¿O es un mensaje de fuerza del fiscal transexenal hacia el Ejecutivo saliente?
Las gubernaturas de Morena y aliados que impulsó y defendió López Obrador serán parte de su huella indeleble: Cuauhtémoc Blanco en Morelos; Rubén Rocha Moya en Sinaloa; Cuitláhuac García en Veracruz; Ricardo Gallardo en San Luis Potosí; Alfredo Ramírez Bedolla en Michoacán; Américo Villarreal en Tamaulipas…
Y hay un lugar que podría convertirse en su Waterloo: el Guerrero de Félix Salgado y su hija Evelyn, el de Norma Otilia, el de Celso Ortega, el de la reconstrucción por Otis, el de la desaparición forzada de normalistas de Ayotzinapa…
Aquí entre nos
Hay contienda electoral. Nada está escrito. La intervención de un presidencialismo recargado está a la vista, pero también una ciudadanía activa.
A Xóchitl, Jorge y Claudia les deseo una buena contienda. Y a México lo mejor. Que sea una elección justa, limpia, equitativa, segura… democrática.