La economía nacional atraviesa por momentos de incertidumbre y el segundo semestre de 2022 se presenta con varias predicciones, la mayoría impulsadas por el pesimismo y los datos mundiales.
Ayer, BBVA aseguró que las consultas que anunció Estados Unidos sobre las políticas energéticas a México bajo el T-MEC intensificarán la presión sobre el peso, los mercados locales y otros tratados comerciales, por lo menos durante el tiempo que duren las negociaciones entre los países del norte del continente. Es decir que, la realidad monetaria que impactó al dólar en días pasados, donde el peso mexicano incluso se vio fortalecido a nivel mundial, no cayó nada bien en Washington.
La Bolsa Mexicana de Valores y sus notas importantes, los avisos que envían a estados y entidades financieras, descartan que por el momento, se presente un escenario de recesión o estanflación en México, aunque recordó que los momentos de crisis, también son momentos de oportunidades, tanto del lado de emisoras, como de inversionistas y aseguró que el país tiene todas esas fortalezas.
Pese a los indicadores, que muestran una realidad contrastante a la de la opinión pública y las previsiones individuales, la sociedad se ve temerosa ante este cierre de año, en donde la inflación está haciendo de las suyas con la economía de la clase media y baja.
Los anuncios de alza en precios de la canasta básica contra el incremento real, deben ser estudiados a fondo, pero antes, preparar las medidas necesarias para enfrentar acciones en caso de requerir dar apoyos sociales a la gente.
Gobiernos como los que entran en funciones este semestre, entre ellos el de Hidalgo, tendrán el reto de planificar un gasto que les permita transitar entre una aparente crisis de precios y buscar mantener el equilibrio de la administración pública sin tocar fondo.
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