Ya se habían tardado los candidatos y sus equipos en Hidalgo pero al fin, a poco más de una semana, la guerra sucia inició de manera formal en el estado.
Aunque con anterioridad se había dado por debajo del agua, no fue hasta el pasado jueves y viernes que se agudizó, producto de casos como el de la esposa de un candidato a diputado federal en la Huasteca.
De ahí, se comenzó a calentar el tema de las campañas en todos los escenarios.
El pleito tuvo su origen en la intromisión que erróneamente cometió la esposa de Fortunato Rivera, aspirante a diputado federal por Morena en el distrito 1 con sede en Huejutla, pues pensó -quiero suponer- que hacer proselitismo en plena entrega de pagos del programa social Prospera sería una bomba mediática para la campaña de su marido, pero no fue así.
La señora y su hija casi terminan agredidas por pobladores que sentían que se les iba uno de los pocos sustentos con que cuentan en la zona, ya que los representantes del programa social amagaron con suspender el evento de entrega de los cheques federales que se dan a beneficiarios de zonas vulnerables.
¿Lo hecho por la señora de Rivera fue un error?, Sí. ¿La entrega de Prospera en plena época de campañas es ilegal o un delito electoral?, No. Sin embargo no se le puede dar la razón a nadie cuando la ley permite entregar apoyos del gobierno hasta 15 días antes de la elecciones ya que, como sea, esto siempre abre la puerta a las interpretaciones, que son casi siempre en contra.
No dudo que la intención de las autoridades sea el no suspender ningún programa ni apoyos con el fin de que la población siga gozando de sus fondos para pagar insumos en negocios, siembra para el campo, transporte para los estudiantes, comidas para los que no tienen, y así. Pero la realidad es que siempre terminan mal este tipo de buenas intenciones. Sobre todo si es campaña y si se juega nada más y nada menos que la Presidencia del país.
En el Valle del Mezquital también se abrieron las hostilidades, pues ya en campaña, el candidato a diputado federal, Héctor Pedraza, recibió críticas de una supuesta ciudadana y vecina de Ixmiquilpan, en un acto público.
Tras deliberar y dirimir el asunto se supo que se trataba de una emisaria de Cipriano Charrez Pedraza, su oponente en el distrito quien contiene con Morena.
En redes sociales la cosa es peor pues los comentarios disfrazados de opiniones suelen ser en lo general siempre ofensivos. Es parte de la guerra sucia y mientras no transgreda la barrera de la integridad física, parece que será tolerada tanto por autoridades como por los propios partidos y sus abanderados quienes empiezan a tomar rumbo en estas campañas que lucen “apagadonas”, sin ánimo, descafeinadas, con mucha resistencia a lo frontal, a encarar al pueblo.