Que en Atlixco, la alcaldesa Ariadna Ayala presentó su ambiciosa agenda turística para este 2025, con una serie de eventos diseñados para potenciar una de las vocaciones más importantes de este Pueblo Mágico. Desde el primer mes del año, la estrategia ha sido clara y bien planteada, con actividades que abarcan todas las épocas del año, para así consolidar al municipio como uno de los destinos más promisorios del centro del país. Con esta visión, la administración petista busca no solo atraer más visitantes, sino también fortalecer la economía local y posicionar a esta alcaldía en el mapa turístico nacional. El reto será que cada propuesta sea lo suficientemente atractiva y de calidad.
Que habrá ajustes en la ubicación de algunas dependencias estatales con el objetivo de garantizar espacios adecuados y, de paso, preservar sitios históricos que podrían convertirse en museos. Ya ocurrió con la Secretaría de Desarrollo Turístico, cuya sede se trasladó al Salón de Protocolos en Juan de Palafox y Mendoza, esquina con la 2 Norte. Lo mismo sucedió con el Sistema Estatal DIF, que ahora operará desde el edificio de San Javier, en avenida Reforma y 13 Sur. Veremos si los ajustes continúan con otras dependencias.
Que con las elecciones extraordinarias del 23 de marzo en Venustiano Carranza, Chignahuapan, Xiutetelco y Ayotoxco cada vez más cerca, la delegación de los Programas para el Desarrollo en Puebla blindará sus actividades para evitar el uso con fines electorales. Se dice que la coordinación con el gobierno estatal será clave para adelantar entregas o, en su caso, mantener los apoyos dentro de los límites que marca la veda electoral.
Que será hasta la próxima semana cuando se despeje la incógnita sobre si Carlos Slim tiene o no interés en invertir en la Angelópolis. Aunque desde el inicio se generó la percepción de que así sería, el alcalde de la capital dejó en claro que su papel fue únicamente el de facilitar el encuentro entre el empresario y el sector privado de la cuarta ciudad más importante del país, sin compromisos de ninguna de las partes. Por ahora, todo queda en expectativa.