Que hoy la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum tiene una amplia agenda en territorio poblano. Desde temprano desayunará con radiodifusores de la entidad, después tendrá reuniones en corto con diversos personajes de la clase política. Más tarde sostendrá un encuentro con integrantes de la Universidad Tecnológica de Puebla para hablar de sus “Políticas Exitosas en Beneficio del Pueblo” (guiño). También se reunirá con empresarios y con medios de comunicación; a eso agréguele otras reuniones privadas. Definitivamente trae las pilas bien recargadas.
Que por cierto, mucho ruido generó entre el círculo rojo la entrevista que la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum ofreció a Multimedios Puebla. Y es que si alguien estaba esperando que concediera la foto en la que le levanta el brazo, se tendrá que quedar esperando porque eso no va a ocurrir. O bueno, sí ocurriría pero será cuando ella haya ganado la encuesta que medirá a las otras tres corcholatas y cuando ocurra lo mismo en Puebla a través del conocido método.
Que académicos y consejeros electorales viajaron desde Puebla a Coahuila y Estado de México donde mañana habrá elecciones para renovar las gubernaturas, así como toda la estructura administrativa y legislativa. El objetivo es ser observadores electorales de cara a los comicios que también viviremos en Puebla, pero además de ellos, muchos políticos poblanos del PAN, PRI, PT y Morena principalmente, ya andan por allá, pero ellos para reforzar la operación política ya que consideran las dirigencias nacionales que no hay manos que sobren.
Que después del jalón de orejas que le dio el presidente municipal Eduardo Rivera al regidor Manolo Herrera por andar también pintando bardas, varios panistas decidieron abortar sus planes de seguir el mismo camino. Y es que no entendemos la fascinación que tienen por las bardas; hasta parece que es un fetiche de la clase política. A los ciudadanos nos queda claro que a falta de resultados y de un buen desempeño en los cargos que hoy ostentan, tienen que recurrir a pintarrajear las bardas para darse a notar. ¡Ah canijillos!