Que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, presidida por el morenista Sergio Gutiérrez Luna, sigue en modo de hibernación iniciando ya la segunda quincena de enero, pues hasta hoy no existe una sola señal sobre la integración de las comisiones encargadas de dictaminar las proposiciones con punto de acuerdo, a pesar de que al corte de ayer sumaban ya 86 presentadas por los diversos grupos parlamentarios y solo quedan por delante dos sesiones antes de abrir el nuevo periodo ordinario, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. No les hagan ruido.
Que hoy Claudia Sheinbaum se reunirá con más de dos mil presidentes municipales ya confirmados, todos los gobernadores y la jefa de Gobierno capitalina en el World Trade Center de Ciudad de México, a quienes les planteará sumar recursos federales, estatales y municipales para el abasto de agua, así como construir senderos seguros para la prevención de delitos, entre otros temas.
Que vaya trama la que representa la desaparición de siete personas en Oaxaca, que gobierna Salomón Jara, porque a la tragedia que implica de por sí no conocer su paradero, ahora se suma la presunción de la autoridad estatal sobre que “detrás hay una situación de narcomenudeo”, sin dar mayor explicación, provocando que se pueda derivar una criminalización de las víctimas, más la posición de dos familias que han preferido no ahondar en las investigaciones “por amenazas” del crimen. Un cuadro que retrata la vulnerabilidad de la población ante la violencia.
Que con miras al relevo en febrero de la presidencia del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, el pasado martes dos de sus integrantes, Vania Pérez y Patricia Talavera, repusieron en una sesión pública en vivo, transmitida por internet, las rencillas que sostienen desde hace años, exhibiendo parte de lo que no funciona en ese mecanismo que nació en el gobierno de Enrique Peña Nieto y que, desde el sexenio pasado y también en éste, ha quedado en el olvido.
