Que el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se convirtió en centro de debate durante una reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados cuando las morenistas Julieta Ramírez y Marisol García enarbolaron la bandera de defensoras de la libertad de expresión y condenaron la afirmación del campechano en un audio sobre que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, sino matarlos de hambre”. En ausencia de su líder, quien no es integrante de la comisión, las priistas Sue Ellen Bernal y Sofía Carvajal cuestionaron “la politización de los derechos humanos”.
Que vaya caso el que tiene en sus manos la Primera Sala de la Suprema Corte, que considera resolver un asunto sobre desaparición forzada y que involucra a la Sedena, a la Fiscalía General de la República y a autoridades estatales. Después de más de dos años, la próxima semana se prevé que por fin haya humo blanco sobre el recurso de revisión interpuesto por las autoridades contra la sentencia que amparó a las familias de los eperristas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, de quienes nada se sabe desde 2007.
Que a 11 días de la jornada electoral en Quintana Roo, en la que también se celebró la primera consulta popular para decidir si la privada Aguakan debe seguir dando el servicio de agua potable en cuatro municipios, el Instituto Electoral de la entidad, encabezado por Mayra San Román Carrillo Medina, mantiene en suspenso a los ciudadanos que participaron, pues sigue sin definir si el “no” por el que votó la mayoría será vinculante para quitar la concesión a la compañía, acusada de mal servicio y costos elevados.
Que mientras la fiscalía de Puebla resolvió en un dos por tres el caso de Daniel Picazo, con la detención de cinco presuntos homicidas y la declaración de “caso esclarecido”, la senadora panista Josefina Vázquez Mota presentará una iniciativa para tipificar el linchamiento como delito grave en el Código Penal Federal, porque no es raro que los desenlaces de estas agresiones acaben con un resignado “fue Fuenteovejuna”.
