Que parece que la cercanía de la presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro ha generado un extraño influjo en el diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien ayer en el INE se mantuvo al margen durante la asignación de diputaciones federales, sin manoteos, pataleos, quejas ni un comentario que presumiera la mayoría de Morena en la próxima legislatura. Se paró por su constancia, le dio doble espaldarazo a Lorenzo Córdova y hasta posó para la foto con sonrisa detrás del cubrebocas. Quién lo viera.
Que con la pertinente aclaración de que no se está comparando con ellos, el panista Ricardo Anaya expresó en su nuevo videomensaje “el dolor” por tener que dar la cara, pero al mismo tiempo exiliarse, “como Benito Juárez, Francisco I. Madero, los hermanos Flores Magón, José Vasconcelos y el venezolano Leopoldo Gómez”. Vaya con el ex candidato presidencial, otro al que México y la época le quedan chicos, y al que ayer le recordaron que quienes lo denunciaron fueron los calderonistas Javier Lozano y Ernesto Cordero, además del ex peñista Emilio Lozoya.
Que la secretaria general de la Cámara de Diputados, Graciela Báez, convocó ya oficialmente a los 500 legisladores electos para el periodo 2021-2024 a la sesión constitutiva de la 65 Legislatura el próximo domingo 29 de agosto, pero, al no existir previsiones legales para rendir protesta a distancia, el recinto de San Lázaro lucirá abarrotado en plena tercera ola de covid-19, como no se ha visto desde el comienzo de la pandemia, hace casi año y medio.
Que la postulación de tres personajes, entre los 50 que se inscribieron por las vacantes en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción, causó preocupación entre algunos especialistas por ciertos antecedentes: Alma Delia Hernández, identificada como cercana a Javier Duarte y Fidel Herrera, en Veracruz; Ricardo Zurita, de Baja California, señalado de falsificar firmas en un documento oficial, y Elsa Bibiana Peralta, ex comisionada del InfoDF, quien regaló corbatas a los diputados que la nombraron.