Que los lamentables hechos ocurridos en el Colegio Cervantes, de Torreón irán más allá de mochilas seguras y prevención de violencia. Los 100 millones congelados a quien se le acusa de comisión por omisión, en este caso al abuelo del menor, pondrán a trabajar según los enterados a la Fiscalía General de la República y a cuanta dependencia de investigación exista, pues la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda si algo tiene es que rastrea hasta el último rincón las transferencias de los mexicanos.
Que es positivo que la Policía Municipal, de Torreón realice rondines en sitios como el Mercado Alianza. Lo malo es que algunos elementos evidencian su falta de ética y hasta de moralidad y en las aglomeraciones propias de ese tradicional sector incurren en tocamientos a marchantes, empleadas y locatarias, como ocurrió ayer pasado el mediodía en una incursión de los agentes preventivos.
Uno de ellos se propasó con una dama, quien como reacción le lanzó todo tipo de recordatorios. Otros locatarios intervinieron y aquello estuvo a punto de pasar a mayores, pero afortunadamente no fue así.
Que en tiempos aciagos en presupuestos, cada perfil cuenta para la operación política en Durango. A pesar de que las decisiones se tomarán en la oficina del 1 de Durango también el alcalde capitalino, Jorge Salum del Palacio deberá de colocar alguna pieza para abrirse paso en la intentona de 2022. Aunque resta tiempo, cada acción cuenta, como cada voto y el tiempo vuela.
Que Pedro Ávila Nevárez sigue siendo un activista del Revolucionario Institucional con juego en la política local. Hace pocos días participó junto con el Gobernador José Rosas Aispuro en una entrada asistencial en el Frente Cívico Revolucionario Adolfo López Mateos. Y no sólo él, también Adán Soria Ramírez estuvo en el evento. Proyectos vemos, intenciones no sabemos. A Soria Ramírez no le cae mal un poco de imagen pública.
