Que Pedro Luis “N” vuelve a ser Pedro Luis Bernal Espinoza, una vez que un juez del Centro de Justicia Penal resolvió un auto de no vinculación a proceso a favor del director de Tránsito y Vialidad, quien enfrentó cuatro acusaciones de tipo sexual por parte de una agente de la dependencia.
Después de la audiencia de cinco horas, no hay delitos que perseguir, el funcionario, que fue asesorado por abogados del Ayuntamiento, ya puede viajar a Gómez Palacio y a donde le dé su gana, mientras que a la denunciante no se le hizo justicia, se quedó sin trabajo y encima debe cubrir los honorarios de su abogado defensor.
Que los proyectos políticos usualmente llevan tiempo, y ya desde este diciembre comienzan las patadas por debajo de la mesa en los partidos. En el caso de Movimiento Ciudadano, tras la dimisión de Martha Palencia a la dirigencia de Movimiento Ciudadano, Paulina Monreal busca figurar en el cabildo capitalino, su línea es frontal ante la nueva administración netamente panista.
Que en el PRI, quien al parecer ya marcó su distancia con la actual dirigencia estatal es Adán Soria Ramírez, uno de los personajes que las elecciones no le han favorecido del todo en los últimos años, y es seguro que buscará un espacio para la siguiente elección.
Que no hay que perder de vista que a pesar de ser uno de los integrantes del grupo ismaelita y la simpatía que le tiene la gente, aún es recordado por la cantidad de baches que se generaron en la sequía más prologada de Durango. Pero nada se pierde con posicionarse ante Luis Enrique Benítez.
Al final, la política es un estira y afloja. En el caso del PAN no sobra decir, que ahora se registra una historia similar a los tricolores, sin expresiones fuera de la oficialidad. No del todo están de acuerdo los blanquiazules por la verticalidad en las decisiones que vendrán.