Que el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, no se guardó nada y al puro estilo coloquial soltó un “me dan cosita”, refiriéndose a las críticas lanzadas por legisladores federales sobre la estrategia de seguridad en el estado. Según Manolo, cuando la grilla no tiene sustento, no retumba. Y remató señalando que hay políticos que simplemente no le entienden al tema y que, peor aún, es irresponsable politizar un asunto tan delicado como la seguridad. Zaz.
Que el mandatario no se quedó ahí y, en plena conferencia, mandó otro mensajito: dijo que algunos deben estar decepcionados al ver que mientras ellos lanzan señalamientos, el gobierno estatal trabaja en coordinación con las autoridades federales. Esto, a propósito de la reunión que sostuvo este miércoles con el Secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch.
Que la dedicatoria —aunque sin nombres— llevaba dirección clara. En el radar del gobernador están los diputados Ricardo Mejía, Cintia Cuevas y el senador Luis Fernando Salazar, quienes en las últimas dos semanas han intensificado sus críticas vía redes sociales, tanto contra la estrategia estatal de seguridad como en contra de las recientes reformas a la ley electoral.
Que, por otro lado, el fiscal general del estado, Federico Fernández, lamentó profundamente el fallecimiento de su amigo personal, Brian Matthew Faughnan, vicecónsul del Consulado General de Estados Unidos en Monterrey. El diplomático sufrió un accidente automovilístico en Matamoros, Coahuila, cuando se dirigía a Torreón para participar en una reunión del Grupo de Coordinación Operativa en la Estación Aérea Militar. Un hecho que sin duda entristece al ámbito binacional.
Que el empresario Roberto Muñoz es de la firme idea que lejos de las redes sociales se puede influir para mejorar la comunidad en la que se vive. Ha portado varias cachuchas: desde ambientalistas como la defensa del Río Nazas hasta empresariales como Desarrollo de La Laguna, que ahora preside. No es estridente y no comulga con las redes sociales, porque el “hate” no forma parte de su vida, quita mucha energía para el trabajo, que sí importa.