Que conforme le va restando días al calendario de su gobierno, el gobernador Miguel Riquelme Solís, le va subiendo de tono a seguir trabajando en equipo con todos los alcaldes y alcaldesas de Coahuila tanto en seguridad como en la atención de los problemas de infraestructura y servicios.
Que no hay que perder de vista la visión competitiva que debe tener cada municipio lo que por ende se refleja en mayores oportunidades de que lleguen industrias, comercios y que de plano “ no hay de otra” más que la coordinación con el gobierno del Estado para lograr mejores resultados en las mezclas de recursos para mejorar la imagen urbana y sobre todo, cumplirle a la ciudadanía en todo lo que se le prometió, porque es a ella a la que se le debe tener en primer orden, con acciones de unidad, no de divisionismo.
Que no pocos teléfonos de casa han sonado en los últimos días a las 3 de la mañana para preguntar si conocen a Ricardo Mejía Berdeja, si saben aspira a la gubernatura de Coahuila y si están enterados que es un político “muy allegado al presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Hasta la fecha se desconoce la real autoría del encuestador, pero coincide con las encuestas que difunde Mejía Berdeja, en las que aparece por las nubes en las preferencias electorales.
Que ahora que la 4T logró la reforma a la Ley que extiende hasta 2028 la participación de las Fuerzas Armadas en Tareas de Seguridad en las calles, según la Secretaría de Gobernación, se abrirá un diálogo nacional para que los 32 congresos estatales la avalen.
En este marco legal, sin duda será interesante que las legislaturas estatales, “amarren” jurídicamente, todo lo relacionado con los apoyos presupuestales que dizque recibirán en 2023, las corporaciones estatales y municipales para fortalecerlas y que fue parte de las modificaciones que se hicieron.
Que es importante recordar que luego de la desaparición que hizo el Gobierno Federal de fondos como el Fortaseg, éstas corporaciones se quedaron sólo a expensas de los apoyos estatales y para lo que reciben del FASP, pues, ya ni la burla.