Que en el mundillo político no deja de comentarse la renuncia de Jorge Luis Morán como responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera de Coahuila. Sobre todo porque se le ubicaba como hombre de todas las confianzas del gobernador, Miguel Riquelme, a tal grado que cuando éste pide licencia para separarse del cargo como alcalde de Torreón, deja en su lugar al mismo Morán Delgado, quien ahora simplemente avienta el arpa para ir a apoyar a Ricardo Mejía Berdeja en las tareas morenistas relativas a la revocación de mandato.
Aparte de cobrar, nadie sabe que hacía Morán al frente de la UIF-Coahuila, cuando su especialidad es el espionaje y otras travesuras.
Que algunos pensarán “traición” con el tema de la renuncia del ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Coahuila ( UIEF), Jorge Luis Morán Delgado, pero si se le da un análisis más profundo podrá saberse que se trata de un movimiento estratégico para que los grupos políticos de Morena se dividan al ingresar “ex priistas” a esas filas.
Que, por ejemplo, si hablamos de ex priistas o mejor conocidos como “villamelones” está ubicado el propio Jorge Valadez, suplente del diputado federal Javier Borrego Adame, quien juega al volado con la moneda de dos caras, la primera con su participación como colaborador de la campaña de Lety Herrera y la segunda como morenista en el lado de Coahuila. Si bien es cierto se trata de una política que primero reflexiona: “antes que nada somos amigos”.
Que a iniciativa de la autoridad local, en Matamoros quedó constituido el Consejo Municipal de Productores de Melón y Sandía. Es un compromiso de campaña del alcalde, Miguel Ángel Ramírez, solucionar el muy añejo problema del coyotaje, que año tras año perjudica a los productores matamorenses. Ojalá el plan del “Charro” no sea un intento más y se concrete en precios justos y sostenidos para meloneros y sandilleros. La comunidad se lo reconocerá y agradecerá.
