Que los mismos que condenan a Maki por su pasado cercano a Felipe Calderón, son los mismos que proponen a Eugenio Hernández como candidato a senador por un partido aliado de Morena. Sí, a Eugenio, el que junto a Elba Esther Gordillo operó el triunfo de Calderón contra AMLO. Así andan de congruentes.
Que uno de los objetivos de Morena es ganar la mayoría del Congreso del estado, pero enfrentan un detalle: un liderazgo cercano a Américo Villarreal Anaya que tome el bando de la bancada. Algunos de los actuales, como Humberto Prieto y Magaly Deandar, buscan repetir y tener esa posición; sin embargo, tiene exagerado protagonismo.
Que varios de los nombres a cargos públicos en Tamaulipas manejados por el PRD, la mayoría prestados del PAN, están “en el alambre” de contener por el partido del Sol Azteca tras la ruptura en el Frente Amplio estatal. Aunque asegura David Valenzuela tener una lista, varias opciones provienen de los azules. ¿Logrará mantenerlos?
Que con un amparo bajo el brazo, disfruta las fiestas decembrinas el auditor superior, Jorge Espino, quien fue favorecido por la jueza Rosa María Cortés para no ser retirado del cargo por sus temidos diputados de Morena, quienes lo combatirán alegando que los argumentos en los que se basó la jueza para protegerlo son leyes de Aguascalientes y nada que ver con Tamaulipas.
Que Enrique Torres Mendoza, quien fuera dirigente estatal de Morena y no saliera en buenos términos con Mario Delgado, lejos de jubilarse de la política y llevar una vida tranquila, sigue peleando en tribunales decisiones que toma el partido guinda desde las altas instancias. En su momento se decía que el cabecismo lo usaba para meterle ruido al partido.
Que varios cabildos tamaulipecos deberán reunirse en estos días para cumplir con el mínimo de sesiones mensuales. A muchos regidores les arruinaron sus vacaciones fuera de sus respectivas ciudades, mientras otros están muy metidos en promocionarse con la intención de repetir o ir por una candidatura.