Que la respuesta del Consejo General del IEEM al PAN sobre qué va a pasar con Nueva Alianza, le da un respiro a los maestros que todavía forman parte de este partido, porque tendrán tres años más de financiamiento público y posibilidades, aunque sea para mantenerse en la cuerda floja otro rato, siempre y cuando algún partido “grande” lo cobije. La pregunta es precisamente cuál será este, porque es evidente que al tricolor apenas le alcanzará para cobijarse a sí mismo. Y eso, si no siguen los traspiés.
Que el sector empresarial y académico, a través de la UAEM, se convertirán en alfiles en la lucha contra la corrupción, pues este primero es el más lastimado en términos económicos y el segundo es quien debe fortalecer los estudios y la formación de las y los futuros profesionistas, a prueba no sólo de balas, sino de cañonazos.
Que quizá en la secretaría estatal sigan en aquello de arrastrar el lápiz en planes y más planes, pero por desgracia para la población mexiquense el tiempo corre y cada día sigue siendo un volado en los temas de Seguridad pública. Una cuenta reciente: Del 17 de junio al 4 de julio, periodo del actual titular Cristóbal Castañeda, el Estado de México ya ha registrado 108 asesinatos y mil 989 vehículos robados. Los datos son de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Que también en la tarea gubernamental, pero en el flanco de la Secretaría del Trabajo que encabeza Norberto Morales, será un buen respiro el arranque de la convocatoria del programa de Apoyo al Desempleo para el Bienestar, recursos para quienes hayan perdido su empleo formal recientemente. Recibirán respaldo monetario y vinculación al mercado laboral.
Que para todos es notable y evidente el crecimiento discursivo que ha tenido la gobernadora Delfina Gómez en los últimos meses. Los especialistas hacen notar que comunica cada vez mejor y transmite claridad, trabajo y sobre todo sencillez; se muestra accesible a la gente, sorprendiendo a más de uno por la marcada diferencia en eso con otras administraciones. El tema no es menor, considerando la importancia que desde hace tiempo representan políticamente los niveles de aceptación y popularidad a ras de cancha. Al tiempo.