Que indudablemente todo pinta para que la elección para el Gobierno del Estado de México sea resuelto en tribunales como última instancia, una vez que los partidos políticos están armados hasta los dientes con un ejército de abogados expertos en materia electoral.
Muestra de ello es el seguimiento que le dieron a los actos de precampaña que terminaron el domingo pasado; tanto Morena y aliados como la coalición del PRI están atentos a todos los pasos que realicen sus opositores con la finalidad de hallar algún error.
Que curiosamente, una de las disputas en esta etapa del proceso será la de la entrega de esquemas sociales, lo cual en determinado lapso está permitido por la ley electoral, aún así, ambos lados podrían tener su piedrita en el zapato, ya que autoridades estatales y federales presumen a diestra y siniestra cada uno de sus programas.
Que la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, Laura González Hernández, planteó que el próximo gobierno deberá tener claridad en proyectos de inversión en obras e infraestructura, desde el inicio de la administración, para mantener el dinamismo en el sexenio, pero sobre todo porque urge impulsar a la industria de la construcción
Que ayer fue un día especialmente intenso para el Issemym. Su director general, José Arturo Lozano Enríquez, reconoció ante diputados algo que ya se sabía ampliamente: el Instituto está extremadamente presionado en sus finanzas por el pago de pensiones y el costo de atender a miles de derechohabientes.
La institución, que no ha perdido el excelente nivel en cuestiones médicas gracias a su gran equipo humano, es el tercer ente más importante del país. De los que históricamente lo han hundido por la trinquiñuela crónica de no pagar las cuotas correspondientes no se sabe nada. No los tocan ni con el pétalo de un procedimiento de responsabilidades para que den la cara por esa criminal negligencia.
