Que el gobernador Omar Fayad se reunió ayer con la secretaria de Gobernación del país, Olga Sánchez Cordero, con quien se acordó fortalecer la agenda de seguridad y salud para Hidalgo y estados del centro pues es la zona de mayor movilidad en México, y una de las más afectadas por la pandemia; la funcionaria federal aprovechó el encuentro para sorprender al mandatario con un pastel de cumpleaños, pues hoy es el natalicio de Fayad Meneses, quien asistió a la plenaria de diputados.
Que hablando de los legisladores, en el PRI Hidalgo se designó a Julio Valera, el actual dirigente, como el próximo coordinador de la bancada a partir de septiembre con el inicio de la siguiente legislatura, por lo que se buscará que sea uno de los presidentes de la Junta de Gobierno con la rotación de fuerzas políticas que existe en la Cámara de Diputados del estado; Valera refrendó el compromiso para defender las reformas y propuestas de la agenda social y el presupuesto para las principales necesidades de los hidalguenses.
Que todo quedó en susto en las supervisiones en Sierra y Huasteca en donde se presentó el accidente del helicóptero de la Marina en los límites de Hidalgo y Veracruz, donde las autoridades verificaban los daños del huracán Grace para la reconstrucción de caminos y carreteras; los gobernadores de ambos estados mantuvieron comunicación y se dijo que en todo momento hubo apoyo para las personas lesionadas que tuvieron que ser trasladadas para su atención. Hidalgo no está exento de este tipo de incidentes por lo que se espera que se refuercen los protocolos aéreos de seguridad.
Que en Morena Hidalgo ya están conformado un bloque alterno al de los diputados federales y senadores, quienes acordaron en cónclave que “de ellos” saldría el candidato a gobernador, por lo que Andrés Caballero ya puso a trabajar de nueva cuenta a sus principales operadores, su fiel amigo Armando Azpeitia, edil de San Salvador, quien se reunió con otros presidentes municipales, para contrarrestar al grupo de los legisladores que con la reelección se sienten que están tocados por el santo de los políticos y que nadie les puede decir o hacer algo.