Que aún está en proceso la extinción del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (Iacip) pero ya hay sujetos obligados en la entidad que empieza a importarles poco la entrega de información solicitada por ciudadanos, al fin y al cabo el órgano garante está viviendo horas extra lo que nos habla de la crisis en la que entrará el tema en breve.
Es que de acuerdo a la ley en cuanto el estado se homologue a las disposiciones federales las atribuciones del Iacip pasarán a la Secretaría de la Honestidad, lo que no se sabe es bajo qué figura y hasta ese entonces sabremos si habrá acciones contra quienes se nieguen a entregar la información.
Que a diferencia de otros estados en Guanajuato no hay en este momento según nos dicen una iniciativa de ley para homologar a la entidad en el proceso de desaparición del Iacip, no existe prisa lo que que habla bien de la autoridad estatal, que ha mantenido a la entidad en los primeros lugares de transparencia.
Los problemas van más allá de lo complejo que resultará la extinción del instituto pues se sabe que la relación con la presidenta del pleno Mariela Huerta por parte de los comisionados Francisco Rocha y Juan Sámano no es la mejor, lo que termina por afectar las decisiones que se toman, que serán por cierto las últimas.
Que nos cuentan que Morena en Guanajuato tiene el compromiso de aportar 400 mil militantes a la meta nacional de más de 10 millones de personas afiliadas a la 4T para lo cual trabajan a marchas forzadas pues el número debe alcanzarse este año lo que significa un trabajo titánico para los miembros del partido guinda.
La estrategia no será nada sencilla pues no solo se trata de apuntar personas y ya, sino de todo un proceso de registro que exige datos biométricos de los aspirantes a militar en Morena, lo que nos lleva a pensar dos cosas: por un lado serán militantes verificados y por otro ¿en manos de quién quedan todos esos datos personales?
