Que la Secretaría de Gobernación echó a andar, por instrucciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, una estrategia transversal para pacificar al estado de Guanajuato en donde como lo mencionó en su momento se atenderán además de los temas relacionados con la violencia, las causas que la generan.
Atrás quedaron los discursos de golpeteo a la entidad y el actual gobierno federal decidió optar por acciones en las que se espera una colaboración estrecha con el gobierno local que encabeza la gobernadora Libia García y en donde parece ser el discurso de dejar de lado los partidos pues se gobierna para todos pasa a ser una realidad.
Que además de atender temas relacionados con el rezago social en el que se encuentra buena parte de la población habrá un trabajo de investigación y de acciones en contra de personas que se han identificado como generadores de violencia y que evidentemente se encuentran en los grupos delictivos que operan en el estado.
Ahí resalta la necesidad de un trabajo conjunto no solo entre las policías de los tres niveles de gobierno sino entre las fiscalías estatal y federal, en donde ha destacado una colaboración importante entre el delegado de la FGR en la entidad, Gerardo Vázquez Alatriste, y el fiscal de la entidad, Carlos Zamarripa Aguirre, que ha dado como resultado una importante puesta a disposición de miembros de la delincuencia organizada.
Que antes de lanzar este plan de pacificación del estado se realizó un análisis respecto a la situación de la entidad y uno de los factores que ha generado la violencia es el crecimiento en el consumo de drogas y el mercado potencial que representa la entidad para los criminales.
El caso es que en el último sexenio sumaron en Guanajuato más de 22 mil homicidios contra poco más de 6 mil de la administración que le antecedió, lo que es un reflejo de la urgencia con la que se debe de atender el problema por lo que representa el estado, tanto para quienes vivimos en él como para los inversionistas.
