Que en tremendos aprietos se encuentra el alcalde de Romita, el priista Oswaldo Ponce Granados, quien en lugar de dar la cara luego de que su director de la Policía Roberto ‘N’ y dos elementos de la corporación entregaran a tres jóvenes detenidos de manera ilegal a un grupo delictivo para después ser asesinados.
La presidencia municipal fue tomada por autoridades estatales y federales, en tanto Ponce Granados cual avestruz, simplemente escondió la cabeza y no se supo nada de él luego de los lamentables hechos, el tema es que el fiscal Carlos Zamarripa ya adelantó que será llamado a declarar en torno a los hechos.
Que de nuevo se ponen en el ojo del huracán las corporaciones municipales por tener entre sus filas a elementos que deciden darle la espalda a los ciudadanos y no solo se entregan al crimen organizado sino que terminan trabajando para los grupos delictivos como fue el caso.
El caso más reciente fue el del director de Tránsito del municipio de Juventino Rosas, Juan Carlos Jiménez Badillo, a quien se le detuvo por su presunta vinculación al cártel de Santa Rosa de Lima, recordemos que el municipio fue cuna de este grupo criminal y ahí fue detenido su líder ‘El Marro’.
Que hay sospechas según la Fiscalía de al menos tres corporaciones municipales que tienen presuntos vínculos con grupos criminales, que se suman a casos ya conocidos en Manuel Doblado y el mismo Juventino Rosas, que todo parece indicar mantendrán el mando único policial dejando la responsabilidad de la seguridad al estado.
El tema no es menor y para nadie es desconocido también el turbio manejo de la Policía de Villagrán donde gobierna Juan Lara Mendoza, a quien por cierto y por si fuera poco, el PRI lo recibió de nuevo luego de que Nueva Alianza, partido que lo postuló, perdió el registro.
