Política

Verifico, luego comparto

  • Sin edición
  • Verifico, luego comparto
  • Daniela Mendoza Luna

La desinformación puede hacer que se elija a un mal presidente o que se linche a ciudadanos inocentes por considerarlos culpables de crímenes atroces.

El contexto puede ser los Estados Unidos, Puebla o la India; la información puede llegar por medio de un blog falso con un titular atractivo o por un WhatsApp en el chat familiar, el resultado es el mismo: se toman malas decisiones.

En el vecino país del norte, el escándalo de Cambridge Analytica abrió la cloaca. Mostró cómo millones de norteamericanos recibieron miles de mensajes “personalizados” para inferir perfiles psicológicos y cambiar la forma de pensar de los votantes de forma casi individualizada, pero no solo eso, también desarrolló noticias falsas que luego replicó a través de redes sociales, blogs y medios.

Pero no todas las mentiras en las redes sociales tienen que ver con las elecciones y la política.

En agosto del año pasado, en la comunidad de San Vicente Boquerón, ubicada en el municipio de Acatlán de Osorio, Puebla, fueron linchadas dos personas a quienes acusaban de intentar secuestrar a un menor en la localidad. La mentira corrió de boca en boca y por medio de redes sociales.

Durante las elecciones presidenciales en México, un reportaje dio a conocer la existencia de Carlos Merlo, el “rey de las noticias falsas”, quien se jactaba de “decidir la realidad política del país”, con la creación de 4 mil blogs falsos, 17 oficinas, decenas de empleados. Sin embargo, conocerlo no impidió que la desinformación siguiera circulando y que los sitios de Merlo influyeran en las determinaciones de quienes los visitaban.

La labor de combatir la desinformación tiene que ser permanente; tiene que ir de la mano de un componente de educación de las audiencias, de mejorar la calidad de los contenidos, de una frontal y consciente resistencia al clickbait por parte de los periodistas y un cambio en los modelos de negocios de la publicidad en línea.

Son muchas cosas y no se puede todo, pero quizá si nos tomamos unos minutos más para verificar antes de publicar y compartir, algo podremos estar avanzando.


Twitter:@dameluna


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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