Esa explosión de la expresión literaria promovida por estos cinco poetas generó, al lado de la que hiciera el doctor Nandino, la aparición de poetas que salieron de todos lados con los poemas que tenían hasta ese momento bajo el colchón.
De pronto estaban en la ciudad por lo menos cincuenta poetas que tras el cierre del taller de Nandino se juntaban en los cafés
Estos nuevos poetas se inclinaron más por las ediciones y publicaron un sinnúmero de revistas, desde trípticos hasta folletos de 16 páginas en media carta.
La poesía volvió a perder terreno, aunque el impulso ya estaba dado. Protoestesis había logrado algo que ni ellos se imaginaban, pues se había deshecho el nudo de la poesía tradicional y se había abierto una nueva expresión que estaba más cerca de lo vivido, más acorde con la realidad del momento.
Todo esto se mantuvo hasta el regreso del doctor Nandino para formar lo que se reconoce como el Segundo Taller Literario.
Nandino, ya realmente en la senectud, no hizo más que canalizar a quienes creyó eran buenos poetas hacia la ciudad de México, en donde, ciertamente, fueron bien recibidos.
Nuevamente, la poesía perdía peso y todo se inclinaba hacia las relaciones sociales, el amiguismo y los favores que se pagaban con favores.
Y se recayó en la mentalidad centralista y colonizada que siempre se ha vivido en Jalisco.
Se buscaba, y se busca todavía, la proyección social. Unos la lograron con el apoyo de líderes universitarios, otros con la influencia de parientes, pero finalmente los poetas de Guadalajara empezaron a tener peso en la república de las letras.
A ello siguió la creación del CONACULTA, las becas CONACyT y los premios a modo.
Hoy, socialmente hablando, la poesía de Guadalajara tiene un buen lugar a nivel nacional, luego de que se estandarizó la expresión poética y se crearon los grupos de “Te leo y me lees” y la inclinación de los poetas al entretenimiento y la diversión como las presentaciones de standup, las lecturas en los mercados, las cantinas y los lugares públicos.
La poesía se cambió por el espectáculo y las emisiones radiofónicas en internet con el argumento de que la nueva expresión literaria se fundamenta en la democracia y la libertad de expresión.
Lo cierto es que si en los años 70 hubo una expresión literaria disidente, generada por cinco poetas, hoy eso ya no existe: todo tiende a la armonización y a la búsqueda de la felicidad a través de una expresión en verso que es más terapéutica que literaria.
Reflexión III
- Los caminos no vistos
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Carlos Prospero
Ciudad de México /