El título de esta entrega es una frase acuñada por Franklin D. Roosevelt al calificar al 7 de diciembre de 1941 como «una fecha que vivirá en la infamia». Debido al ataque sorpresa de los bombarderos japoneses el 7 de diciembre de 1941 en Pearl Harbor. Autoataque traidor de las mismas dimensiones por quien auspició la visita de Donald Trump a invitación expresa y por quien paradójicamente izó nuestra bandera el pasado 16 de septiembre saliendo de su boca como esputos las palabras ¡Viva México! EPN, ignorante in extremis, preparó un ataque a nuestra dignidad de dimensiones que no debemos olvidar, esa es la razón de esta nueva entrega que tiene como finalidad que mantengamos viva la actitud de quien permitió entrar a los pinos (Una casa Prestada), -que no es su casa- a vomitarse y a burlarse de los mexicanos, se lo diría Carlos Marín, Director de Notivox tet a tet al ofensor de millones de mexicanos que trajo a humillarnos a quien nos ha llamado violadores y delincuentes durante más de un año, durante su campaña política para acceder a la Presidencia de los Estados Unidos de Norte América y ha prometido a sus electores la creación de un muro de dimensiones inimaginables para que no pueda ser traspasado por quienes tienen la esperanza de ir a servir con honestidad y eficiencia al país vecino, peor aún, un muro que afirma una y otra vez será pagado por los mexicanos.
La participación de EPN el pasado 15 de septiembre en Palacio Nacional, representa una nueva afrenta para México y los mexicanos. Resultó increíble y paradójico escucharlo y verlo ondear nuestra enseña patria al tiempo de mencionar a los héroes que ofrendaron su vida para darnoslibertad, y construir una patria que este gobierno ha mancillado con sus estulticias y sus actitudes entreguistas de lo poco que nos queda en materia de nuestras áreas estratégicas, como nadie antes lo había hecho.
La cascada de reproches nacionales en la prensa escrita y en las redes sociales aun no cesa, y no debe ni puede cesar. Solo los genuflexos miembros de su gabinete y legisladores del PRIAN y del Verde Ecologista han tratado de justificar una afrenta que no tiene explicación ni para ellos mismos, y justifican el dislate como una actitud de un político que busca el diálogo y que actuó en consecuencia del dialogo, sin importar que con ello violentaba las mínimas reglas de las relaciones exteriores, máxime cuando la intromisión se hace precisamente en una contienda electoral.
No podemos ni debemos olvidar este ataque que sorprendió a propios y extraños, como aquel embate asesino en las playas de Hawái que trajeron desazón y daños incalculables, como los que los mexicanos sufrimos en una actitud que EPN se empeña en justificar sin lograrlo.
¿Qué el PRI va en picada?, ¿Que su principal consejero y delfín ha sido defenestrado?, cuánto nos puede importar aquello si el daño a nuestra dignidad ha sido consumado. Lo peor de todo esto es que, a unas semanas vista de lo oprobioso de la visita de Donald Trump a invitación de Peña Nieto poco a poco se nos vaya olvidando; ni la casa blanca; el hipócrita mea culpa; Ayotzinapa; ni la inseguridad rampante; ni la entrega de nuestro petróleo, nuestro gas y energía eléctrica van a ser olvidados. ¡Amén!