Cultura

El verano de Austen

¿Cuáles son los libros para el verano? Aunque los suplementos, diarios y revistas se encargan con mucho esfuerzo de “presentárnoslos”, me temo que nadie lo sabe. O mejor dicho: cada uno lo sabe. Cada quien, siempre, escoge lo que le va bien como lectura para estar tumbado frente a la playa, en un sofá o en lo alto de una montaña. Lo demás son puras recomendaciones que pueden ser como llamados a misa. Se valen, por supuesto, y algunas son hasta agradecibles porque nos orientan en la temporada editorial que corre o por su capacidad para mirar hacia lecturas pasadas que de otro modo se nos extraviarían.

Pero si el verano sirve para imponernos un propósito como lectores, por esta ocasión sugiero que se tome como un pretexto legítimo la celebración redonda e imponente del bicentenario luctuoso de Jane Austen para volver a esta gran autora o para conocerla.

¿Lectura para chicas? Una espesa tontería que los misóginos de todos los tiempos han querido establecer, primero para ningunear a la autora —en una época en que nadie hubiera pensado que los cimientos de la moderna novela anglosajona iban a ser echados por una joven, hija de un pastor protestante— y luego para encasillar a sus lectores en un apartado cercano a la “novela rosa”.

En el canon propuesto por Harold Bloon en su libro Genios (Anagrama, 2005), Austen es una de las pocas presencias femeninas que el polémico crítico estadunidense justifica con verdadera devoción: “C. S. Lewis sugirió alguna vez que Jane Austen era la descendiente literaria del doctor Samuel Johnson; yo idolatro a Johnson, que representa lo sublime en mi vocación, pero Austen es la hija de Shakespeare: sus heroínas desafían las contingencias de la historia y se cuentan entre las muy escasas imágenes de libertad interior”.

No hay que olvidar que en la Inglaterra georgiana que le tocó vivir a Austen, una mujer con “talento” era, a lo más, una chica que sabía bordar, tocar el piano (si era de una familia acomodada para darle formación musical) o hacer toda clase de manualidades. Así que la profesión de escritora debía ser más bien extraña, y, ya que dada su posición social pudo serlo, que abordara con inteligencia y sentido del humor tramas amorosas y matrimoniales lo era mucho más.

La crítica sutil pero directa que consigue hacer de diversas convenciones sociales, como la dote de la novia o el matrimonio por interés, deja muy claro que no se trata de una autora ingenua e improvisada que solo quiere ver el lado amable de las cosas.

Sabe ver a las mujeres y los hombres de sus historias en toda su riqueza y miseria mediante una prosa que deslumbra sobre todo por su apacible profundidad, engañosa para los lectores que esperan los grandes efectos y palabrería a las que nos quieren acostumbrar algunas autoras “modernas”.

En verdad, si tomamos cualquiera de sus novelas, no parece que estemos leyendo a una mujer cuya mayor parte de su vida transcurrió en las postrimerías del siglo XVIII. Con mayor claridad yerran los que la juzgan como una autora decimonónica, pues su universalidad la hace llegar a nuestro tiempo tan vital como si su obra hubiera sido gestada ahora mismo.

La relación de Austen con el cine ha sido muy fructífera y demostrativa justamente de lo que comentamos: es como si sus historias fueran contadas desde el futuro (el nuestro), porque en su época (las costumbres, ideas, prejuicios y anhelos de libertad que animan sus personajes) son resueltas con la gracia de quien cuenta un argumento ya muy sabido pero dándonos la infinita experiencia humana de sus protagonistas.

No tengo la menor duda de que el verano puede transcurrir plácidamente al lado de las obras de una escritora magistral como Jane Austen. Para eso, qué mejor que las impecables ediciones que Alianza Editorial ha realizado para homenajearla por parte de Alianza Editorial: una colección de seis obras que arranca con Persuasión, Emma y La abadía de Northanger, con traducciones ejemplares de Juan Jesús Zaro, José Luis López Muñoz y Miguel Ángel Pérez Pérez. Después, el sello nos tiene prometidos Orgullo y prejuicio, Sensatez y sentimientos y Lady Susan y otras novelas.

Así que tenemos Austen para rato, con la certeza de que ya sea bajo el sol o las tormentas más inesperadas, esta formidable escritora puede hacer de este un gran verano.

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Ariel González Jiménez
  • Ariel González Jiménez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.