Estoy profundamente decepcionado del trabajo de Netflix con He-Man. Su serie Master of Universe: Revelation es poco menos que una desgracia.
¿Por qué? Porque traicionaron el espíritu de este gran clásico de los años 80.
Me sentí como cuando Televisa echaba a perder sus propias telenovelas volviéndolas a hacer, pero mal.
Le explico: He-Man es la adoración de una generación entera de adultos que jugaron con esos juguetes, que gozaron con esas caricaturas.
Obviamente millones de personas soñaban con volver a ver a sus personajes favoritos y, de paso, compartírselos a sus hijos.
Cuando Netflix anunció que se iba a encargar de eso, las expectativas fueron y vinieron. Se supone que Netflix es lo máximo, ¿no?
¡Pues no! Le vieron la cara de tontos a sus suscriptores y en lugar de darles He-Man, les dieron una historia de guerreras.
¿Cuál es la bronca? ¿Acaso no es lo que se supone que se debe hacer ahora? Usted sabe, la inclusión, la equidad de género.
No, perdóneme, pero no. He-Man jamás tuvo problemas con las mujeres porque para eso sus creadores inventaron a She-Ra. Se necesita ser muy ignorante, amar muy poco esta franquicia, como para no reconocerlo, como para no aprovecharlo.
Si Netflix quería quedar bien con las mujeres, debió haber acudido a She-Ra, no a la traición del concepto original.
Master of The Universe no necesitaba mujeres, necesitaba regresar con dignidad.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, Master of The Universe: Revelation es una mala historia de mujeres, una propuesta que quiso volver sofisticado lo que brillaba por sencillo. ¡Mal! ¡Muy mal!
Más conflictos
Tenemos un problema de comunicación: la marca HBO no es una marca multitudinaria, es una marca premium y ante la llegada de sus contenidos a la plataforma HBO Max, hay muchas personas confundidas.
¿Qué es la televisión premium? Una especie de club donde se ofrecen contenidos que van más allá de lo arrogante, imágenes que van más allá de lo sexual y propuestas que van más allá que las del cine independiente.
Sí, yo sé que en los últimos años las multitudes asocian a HBO con proyectos muy masivos como Game of Thrones, pero se volvieron masivos por exitosos, no porque no hayan sido premium.
Por eso los desnudos, las groserías y más, mucho más.
Cuando en la plataforma HBO Max aparecen contenidos sellados por HBO al lado de los de Warner o DC, no significa que busquen lo mismo.
Significa que están apelando a las audiencias originales de HBO y para muestra basta un botón: The White Lotus.
Esto no es tan comercial como The Fligh Attendant ni tan entrañable como Superman & Lois.
Es premium, tan premium como esas series que sólo vimos unos cuantos suscriptores de HBO tipo Here and Now, Sharp Objects y Carnivale.
Conozco muchas personas desconcertadas con The White Lotus porque no entienden la historia, incluso periodistas que consideraron que la nota era que en el capítulo uno se veía un pene.
¡No! La nota es que HBO Max también tiene contenidos para la comunidad original de HBO, para para las audiencias que buscan una experiencia más elitista tanto en fondo como en forma.
Ojalá que HBO Max le explique estas sutilezas a sus suscriptores antes de que sea demasiado tarde. Ojalá.