“El futbol es un vehículo formativo, el futbol no es la vida, pero es un gran simulador de lo que es la vida”
Jorge Valdano
Contrastes. Así sería la descripción de los dos equipos más populares del país que, tras una serie de conductas cuestionables por parte de sus jugadores, pusieron en jaque el código de conducta tanto de América como de Chivas. Como olvidar el caso de Renato Ibarra que tras verse involucrado en un acto de violencia intrafamiliar en contra de su esposa embarazada, tuvo que salir del club por la puerta trasera.
En Chivas, recientemente la directiva dio a conocer que Alexis Peña, Eduardo López y José Juan Vázquez serían marginados del plantel por faltas al reglamento, tras el escándalo en el que se vieron involucrados.
Si bien es verdad que en Chivas no es la primera vez que se da una situación de indisciplina absoluta, también es verdad que en esta ocasión la directiva decidió no dar más tolerancia a este tipo de actos que ponen en entredicho la reputación del club.
En América, en cambio, tras el paso de Renato por el Atlas para hacer olvidar a los aficionados lo sucedido ahora se pronuncian por intentar regresarlo al club, para dejar a un lado lo sucedido y solapar una acción que, sin duda, ha tenido repercusiones en la vida deportiva del jugador.
Es indiscutible que en México solapamos —cultural y socialmente— este tipo de situaciones para minimizar las acciones en una envolvente doble moral, donde después tratamos de apegarnos al perdón o al olvido mediático y social, para dejar pasar acciones que van marcando nuestro propio entorno social.
Ligas como la NFL, MLB o la misma Liga Premier sin duda actúan de una manera mucho más tajante, con sanciones que inclusive impactan en los propios clubes, para evitar que se ponga en entredicho la reputación e imagen que se busca proyectar a niños y jóvenes, como una actividad de ejemplo social para ellos.
Sin duda, nuestra bendita Liga Mx está a años luz para poder alcanzar estos aires de grandeza que dice tener; después de todo no olvidemos que los mismos que nos tratan de vender una liga de primer mundo, son los mismos que manejan los intereses de más de un club.
Así que no nos sorprende que existan casos tan desafortunados como el de Joao Maleck, o actos tan reprobables como el de Renato Ibarra y algunos otros que están en proceso como los de los jugadores de Chivas. Y que se sigan suscitando en una Liga que refleja su entorno social, donde “Don dinero” seguirá siendo el factor más importante para imponerse por encima de cualquier reglamento o ley.
Así que continuemos envueltos en esa hermosa telenovela que nos venden a diario, después de todo son los mismos que nos venden la idea de la grandeza de un club, cuando no existe una pizca de grandeza en sus decisiones más elementales.
Hasta la próxima…
Twitter: @AlbertoRomeroMP