El Acuerdo de Asociación Transpacífico es la estrategia comercial más importante durante las últimas décadas. Fue firmado el 3 de febrero por doce economías en Auckland, Nueva Zelandia. Los países integrantes del TPP son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam.
Después de cinco años de negociaciones se llegó a los consensos necesarios para integrar el 36% del PIB mundial que además representa el 25% del comercio global. Es un acuerdo de vanguardia debido a que incluye temas relacionados al comercio electrónico, pequeñas y medianas empresas, combate a la corrupción, altos estándares laborales y ambientales así como de propiedad intelectual. Hay quienes señalan que las doce economías han superado incluso los objetivos que la Organización Mundial de Comercio se ha planteado. Para México es una manera de abordar otros temas que estuvieron fuera del TLCAN y que ahora se incluyen. La participación de los negociadores mexicanos logró mantener y ampliar nuestras oportunidades en diversos sectores como son la manufactura, entre otros.
El liderazgo del Presidente Obama fue indispensable para lograr este acuerdo. Ahora se requerirá de su liderazgo y astucia para poder aprobarlo en el Congreso de la Unión Americana.
La regla mínima para su aprobación establecida en el texto es que al menos seis países signatarios originales lo aprueben y que juntos sumen el 85% del PIB de todos los socios. En cualquier escenario, serán cinco, más los Estados Unidos de América, quienes podrán ponerlo en marcha.
En México se espera que durante el actual periodo de sesiones que concluye en diciembre se apruebe este Tratado Transpacífico. El reto será la aprobación del mismo en la Unión Americana. Obama ha dicho que después de las elecciones del 8 de noviembre buscará que sea aprobado.
El día de ayer ha sumado a la causa del TPP al ex aspirante presidencial del Partido Republicano John Kasich. El gobernador de Ohio asegura que trabajar con Obama para lograr pasar el TPP en el Congreso es para poner en primer lugar a su país y no a su partido. Ha señalado también que los mayores opositores del TPP son Rusia y China y que no aprobarlo significa fortalecer sus estrategias.
El reto será enorme, especialmente porque conforme pasan los días la elección presidencial se cierra más. La campaña de Clinton tuvo que detenerse por la neumonía que contrajo y las dudas sobre su real estado de salud la ha colocado solamente a un punto y medio de ventaja sobre el candidato republicano. Aunque tradicionalmente los republicanos apoyan el libre comercio, en esta ocasión han manifestado, en voz de Trump, que no lo aprobaran. Clinton tampoco lo apoya.
El Presidente Obama tendrá que invertir el resto de su capital político en el acuerdo comercial más ambicioso del siglo XXI. Ya ha mencionado que es un asunto de estrategia geopolítica y de seguridad nacional. Su legado estará en riesgo de no aprobarse en el Congreso. Seguramente veremos a Obama tejiendo fino alianzas estratégicas.