En un año, la inflación subió de 3.33% hasta el 7.37% y esto se ha visto reflejado en un incremento generalizado de precios al consumidor; la canasta básica está por las nubes.
El garrafón de agua, el litro de leche, el kilo de carne, el huevo, verduras, azúcar, chiles, refrescos. Todo al alza.
Durante el período estabilizador que comprendió los sexenios de los Presidentes Ruiz Cortines, López Mateos y Díaz Ordaz, éstos últimos con la mano firme de Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda y Crédito Público, la inflación y la paridad cambiaria, el incremento de precios, la estabilidad financiera y la seguridad pública fueron más que aceptables.
Sin sobresaltos, el país iba creciendo, pero de repente todo cambió; Desde Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña hasta López Obrador han sido los sexenios de la crisis.
Lo mismo se nos dijo "Arriba y adelante", "La solución somos todos", "La renovación moral", " Que hable México", "Bienestar para tu familia", "El voto del cambio", "El presidente del empleo", "Mover a México" y "La cuarta transformación" han sido solo lemas; ni arriba, ni adelante, ni empleo, ni cambio, ni bienestar, ni se movió México ni se ha logrado transformación alguna hasta ahora.
Los presidentes se han preocupado más por el bienestar propio y de sus allegados que por el bien nacional; eso no puede negarse; la marginación, la pobreza, la violencia, la desigualdad superan con creces el discurso vano de todos ellos; el actual primer mandatario se ha pasado el sexenio echándole la culpa a sus antecesores, a los neoliberales, a los conservadores, a los medios de comunicación, a la comunidad científica, a la comunidad universitaria, a la clase media, dividiendo, polarizando, reclamando y sosteniendo un discurso de retórica que nos insiste en que todo está bien.
Y pues no, no estamos nada bien, ni se ha transformado nada; el alza de precios sigue, la delincuencia aumenta, la inflación se incrementa, la gasolina sube, la corrupción igual o peor. Esa es la verdad y no la verdat de los otros datos del señor Presidente. Ojalá recupere el tiempo perdido.
A todos mis lectores les deseo una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos.
Abel Campirano
[email protected]