Por: Pedro Iniesta e Israel Álvarez
Ilustración: Izak Peón, cortesía de Nexos
Durante los últimos años se han consolidado prácticas que buscan restringir el acceso de menores de edad a sustancias lícitas como el tabaco o el alcohol. Entre ellas, la más efectiva ha sido la regulación del consumo de tabaco gracias a la aprobación y aplicación de la Ley de Control del Tabaco que prohíbe su venta a menores y limita su publicidad en medios de comunicación en ciertos horarios, entre otras acciones. Aunque la norma ha probado tener un impacto positivo en el número neto de fumadores y nuevos fumadores, aún queda mucho que mejorar en materia de vigilancia y monitoreo de venta a menores. Incluso valdría la pena considerar la extensión de la prohibición de la publicidad de estas sustancias reguladas más allá de ciertos espacios u horarios, pues la experiencia internacional permite ver que, de esta manera, podría desincentivar aún más el consumo en todos los grupos etarios.