Por: Estefanía Rodríguez Torres
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El confinamiento tan prolongado en México no sólo ha frenado actividades económicas no esenciales, también cambió la manera en que se realizan las actividades educativas que en muchos hogares se ha reflejado en la intensificación del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, ya en los resultados de la última Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo se registró que las mujeres destinan 50.1 horas semanales a este tipo de trabajo, 32.5 horas más en comparación a los hombres, cifras que seguramente han incrementado en lo que va de la pandemia. Desde el ángulo que se observe, las mujeres han sido las más perjudicadas en la crisis que estamos viviendo, sin importar si pertenecen a un sector formal o informal de la economía o si sólo se dedican al trabajo doméstico no remunerado. Las crisis económicas provocan siempre la precarización del trabajo de las mujeres y desafortunadamente la crisis actual no es la excepción.
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