Ciudad de México /
Por Adrian Duhalt
Ilustración: Víctor Solís
En el marco de la larga transición política, el debate en torno al gas natural ha adquirido relevancia, y esto obedece a que la expansión del consumo no ha sido acompañada por una mayor producción nacional, especialmente en los últimos años, lo que ha resultado en crecientes importaciones para satisfacer la demanda. Estimaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos señalan que, al descontar las necesidades de PEMEX, las actividades productivas del país dependen de gas importado en un 88 por ciento. Para observadores del sector energético, esta cifra es aún más perturbadora dado que la mayoría proviene de Estados Unidos.