Por: Eduardo Andere e Irma Villalpando
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El nuevo plan de estudio de la educación básica, los proyectos de programas de estudio y los libros de texto gratuitos han desatado un fuerte e innecesario debate público debido a la forma en que la Secretaría de Educación Pública —o alguno de sus funcionarios— ha decidido diseñar y difundir dichos documentos. En cuanto al diseño de libros de libros de texto gratuitos que circulan extraoficialmente, las controversias se han presentado en varios frentes. En primer lugar, mencionaremos la que se deriva de la participación aficionada de ilustradores y el riesgo que esto conlleva para garantizar la calidad de los libros de texto gratuitos. En otro nivel, el nuevo modelo curricular de la nueva escuela mexicana ha sido criticado porque adolece de un diagnóstico preciso del Sistema Educativo Nacional y no atiende los efectos negativos y el rezago en aprendizajes que ocasionó el cierre de escuelas por la pandemia. Finalmente, una tercera crítica se concentra en que el NMC se basa en una postura ideológica de raíz sociopolítica en contraste con la ausencia casi total de la literatura que proviene de las ciencias del aprendizaje. En temas de comunicación de la propuesta se observan decisiones erráticas de la autoridad educativa que han originado un galimatías del cual aún no logramos salir.